El equipo de los Golden State Warriors firmó al jugador español Jose Manuel Calderon con un contrato hasta final de temporada, tal y como ambas partes habían pactado, pero su etapa en la franquicia de los Warriors fue como cita una famosa canción, “Debut y despedida ya que a la hora de ser firmado la franquicia corto con el Basquetbolista
Este fue el desenlace esperado de una relación que acabó siendo el principal daño colateral de la lesión de Kevin Durant.
Todo parecía encaminado a que José Manuel Calderón se convirtiera en la tercera base de los Warriors tras ser cortado por el equipo de los Angeles Lakers.
El equipo de Steve Kerr quería añadir a un tercer base con experiencia para completar su plantilla, y Calderón encontraba en los Warriors la opción más clara de su carrera de buscar un anillo de campeón. El acuerdo llego rápido y, tras su salida de Los Angeles, solo era cuestión de tiempo ver al base jugar de local en el Oracle Arena.
Pero la lesión de Kevin Durant en Washington cambió los planes. Los Warriors se vieron apurados a reforzar la posición de alero, con solo el veterano Andre Iguodala como opción natural para cubrir el inmenso vacío dejado por su máximo anotador de la temporada. Un viejo conocido como Matt Barnes (jugador de Golden State entre 2006 y 2008) se puso a tiro, y su fichaje quedaba pronto cerrado
