CDXtra. El ex lanzador de las Grandes Ligas Anthony Young ha muerto debido a lo que fue un tumor cerebral inoperable. Los Mets hicieron el anuncio el martes por la tarde. Más temprano en el día, su ex compañero de equipo Lenny Harris twitteó que Young estaba en coma.
Young era más conocido por su tiempo con los Mets, específicamente una racha dudosa. Llegó a la escena en 1991, lanzando a una ERA 3.10 (119 ERA +) a la edad de 25 años en 1991. Durante el curso de las siguientes dos temporadas, Young perdería un récord de la MLB 27 decisiones consecutivas.
Por supuesto, el lanzador W-L no es siempre la mejor medida del éxito de un lanzador, y Young tomó su parte justa de pérdidas de la dura suerte o de no-decisiones. En realidad, tuvo un tramo de 20 partidos consecutivos sin relevo en 1992, durante el cual tuvo nueve salvamentos y dos asistencias sin una salvada. Él nunca consiguió una victoria.
En 1993, Young terminó con un récord de 1-16, pero eso llegó con una efectividad de 3.77. Su ERA + 107 significa que estaba por encima de la media en el departamento de prevención.
Después de tres temporadas con los Mets, Young pasó dos con los Cachorros y otro con los Astros antes de retirarse.
Al mirar toda su carrera, Young tenía 15-48 pero su efectividad de 3.89 llegó a una ERA + 100, lo que significa que él era exactamente el promedio de la liga en la prevención de carrera, ajustado para el estadio.
Una vez más, él sólo tuvo una suerte terrible cuando se trata de las victorias y las pérdidas, gran parte de la que se atribuye a los compañeros de equipo no proporciona soporte de ejecución. Algunos eran simplemente el tipo equivocado-lugar-tiempo equivocado tipo de ser un relevista.
Traemos esto porque Young nunca se quejó o amenazó con alejarse del juego durante todos los informes de su “racha perdedora”. Sólo seguía tomando la pelota, sin importar si era un abridor o un relevista. De hecho, era conocido en ese momento por tener un gran sentido del humor al respecto.
Es un caso notable en perseverancia. Así es como debe recordarse desde la perspectiva del béisbol.
