Humbled and grateful for being named to the @MLB all star game. Thank you. // Agradecido por haber sido nombrado al Juego de Estrellas.
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Gary Sánchez sobresale como receptor dominicano en el All-Star Game.
CDXtra. El número de peloteros de la República Dominicana elegidos para el Juego de Estrellas se aproxima a los 100. Los 11 seleccionados para su 88va edición representan por lejos la mayor cantidad dentro del contingente extranjero.
Pero hay un dato asombroso en cuanto al desglose de los puestos ocupados: solo un dominicano en la historia ha participado como receptor.
El martes, Gary Sánchez se convertirá en el segundo, siguiendo los pasos de Tony Peña, su coach con los Yanquis de Nueva York.
¿Por qué tan pocos dominicanos han brillado en la posición?
“Es una buena pregunta y es una cosa sorprendente. Tantos jugadores que salen de la República Dominicana para las posiciones y lanzadores, pero no surgen receptores”, declaró Peña, el número seis en la lista de todos los tiempos con sus 1.950 juegos como cátcher.
Apenas tres dominicanos han actuado detrás del plato esta temporada. Aparte de Sánchez, Welington Castillo y Francisco Peña –el hijo de Tony Peña– lo han hecho con los Orioles de Baltimore.
La cifra palidece con respecto a sus rivales en el béisbol caribeño. Tanto Puerto Rico como Venezuela han tenido a siete cátchers con la etiqueta de “All-Stars”. El boricua Yadier Molina acude a su octavo Juego de Estrellas este año con los Cardenales de San Luis, mientras que el venezolano Salvador Pérez disputará su cuarto seguido como titular –y el quinto de su carrera– con los Reales de Kansas City.
Sánchez, quien acumula 33 jonrones en una trayectoria de apenas 108 juegos, intuye que jugar la posición de receptor en su país no tiene el mismo atractivo que otras y que ello surge con los buscones, el nombre popular con el que se conoce a entrenadores independientes.
“En Dominicana, los buscones tratan de conseguir el mayor dinero y piensan que los cátchers no les dan dinero. Buscan shortstops y tercera base, con muchachos que creen que pueden dar los mejores bonos”, dijo Sánchez.
En ligas infantiles, Sánchez empezó como tercera base y en todos los puestos en los jardines. Pero se entusiasmó con ponerse una careta y el peto protector del pecho.
“Mi equipo tenía muy buenos jugadores y no había cátcher, así que pedí hacerlo. Yo mismo tuve la iniciativa de niño, le dije al coach, ‘ponme a catchear’. Me di cuenta que lo hacía bien y ahí me quedé”, contó.
Peña cree que muchos chicos dominicanos renuncian a la posición por el rigor físico que requiere.
“Tal vez es que le tienen temor a la posición”, dijo Peña. “Muchos de los muchachos jóvenes comienzan a trabajar en la receptoría muy temprano, comienzan a bloquear bolas muy temprano y sienten los golpes que uno recibe del plato. El cansancio es lo que hace que sea una posición fastidiosa.
“Pero yo pienso que es la posición más envidiable. Es como el quarterback en el terreno. Un receptor tiene que saber todo, posición que requiere de mucho tiempo. También cansa mentalmente, porque hay aprenderse a los bateadores rivales”, añadió.
Como suplente de Pérez en el equipo de la Liga Americana, Sánchez se ganó el pasaje para el clásico en Miami por su bateo. Cuenta con 13 jonrones esta temporada, en la que se perdió un mes debido a una lesión del bíceps. También está su espectacular campaña de novato (20 cuadrangulares en 201 turnos tomados durante un lapso de dos meses), para quedar segundo en la votación al Novato del Año.
Pero su reto es pulir su defensa, así como reducir la cantidad de pásbols. Suma siete este año, compartiendo el segundo puesto en las mayores con otros cuatro receptores.
“Todos los días trato de trabajar para ser un mejor receptor en todo”, afirmó Sánchez.