CDXtra. Garbine Muguruza, cuando era niña, se sentó asombrada frente a la televisión mientras las hermanas Williams acumulaban títulos de Grand Slam. Eran sus modelos a seguir.
Ahora Muguruza ha crecido, y ahora está creciendo como una estrella de tenis emergente por derecho propio, y, a partir del sábado, la única mujer que puede presumir de vencer a Williams en una final importante.
Muguruza se dirigió a su primer campeonato de Wimbledon jugando sin temor y dominando el tramo, poniendo juntos un 7-5, 6-0 victoria sobre un desvanecimiento Venus Williams al reclamar los últimos nueve juegos del final.
“Es genial salir a jugar con alguien que admiras”, dijo Muguruza. “Sabía que iba a hacerme sufrir y luchar por ella.”
Esta fue la 16ª final de Grand Slam de Williams y la novena en el All England Club. A los 37 años, ella estaba haciendo una oferta por su sexto título en el campo de césped principal, 17 años después de su primera. Y estaba tan cerca de ganar la ventaja contra Muguruza, manteniendo dos puntos de set en 5-4 e el inicio del partido. Pero Muguruza luchó contra ellos y nunca miró hacia atrás.
“Ella compitió muy bien, así que le agradezco”, dijo Williams. “Ella acaba de excavar allí.”
Para Muguruza, esta final fue su tercera en un major.
En su primera, en Wimbledon en 2015, perdió a la hermana menor de Williams, Serena. Pero en su segundo, en el Abierto de Francia el año pasado, Muguruza nuevamente se enfrentó a Serena – y ganó. Esa fue la última final en la que Muguruza jugó en cualquier torneo hasta el sábado, una indicación del tipo de 12 meses que ha tenido.
Pero con la Coach Conchita Martínez, empujándola a jugar cada punto por sus propios méritos – no mirar hacia atrás, no pensar en el futuro – Muguruza fue capaz de recuperar su mejor forma estas dos semanas. Tomando el balón temprano, siendo agresivo desde el principio de cada punto y no ceder, Muguruza le hizo a Williams lo que el estadounidense y su hermano a menudo hacen a sus oponentes.
Aquí fue cómo Muguruza en cancha fue descrita por la Copa de la Fed española y la Copa Davis capitán Martínez, cuyo 1994 Wimbledon título fue el más reciente del país para una mujer hasta el sábado: “Ella es muy valiente”.
Especialmente contra Williams.
Especialmente en tiempo de crisis.
“Yo estaba muy compuesta”, dijo Muguruza, de 23 años. “Una vez que voy a la gran cancha, me siento bien, siento que ahí es donde quiero estar, eso es lo que practico, ahí es donde juego bien … Estoy feliz de ir al Centro de la cancha y Jugar al mejor jugador, eso es lo que me motiva. “
Con el techo cerrado debido a la lluvia temprano en el día, cada golpe de cuerdas de la raqueta contra la bola por las dos grandes tenistas creó ecos alrededor de la vieja arena.
Williams comenzó el proceso con un as. Pero Muguruza demostró que no estaría abrumada, devolviendo un servicio a 113 mph (182 km / h) en el segundo punto del partido, y otra a 114 mph (184 km / h) en el tercer juego – luego ganando los dos intercambios.
Sin embargo, Williams estaba tan cerca de tomar el primer set, por 5-4 mientras que Muguruza sirvió en 15-40. En la primera oportunidad, un punto de 20 puntos terminó cuando Williams parpadeó primero, poniendo un golpe en la red. En el segundo set point, Williams envió un retorno largo.
Era como si salir de ese atasco liberado Muguruza – y no poder capitalizar una desinflada Williams, que no ganó un juego el resto del camino.
“Ella estaba recuperando todos los disparos de Venus, no sólo recuperándolo, sino que estaba en la cancha”, dijo David Witt, entrenador de Williams, quien pensó que los nervios afectaron a su jugador. “Venus siguió teniendo que jugar esa pelota extra”.
Williams comenzó a lanzar chupitos a lugares no deseados, mientras que Muguruza se mantuvo estable. Williams terminó con 25 errores no forzados, 14 más que el campeón.
Terminó cuando Williams pego un tiro que aterrizó largo, pero fue candado como bola adentro. Muguruza desafió la llamada, y después de un pedacito de una demora, la revisión demostró que la bola estaba, de hecho, hacia fuera. Hecha para esperar para celebrar, Muguruza eventualmente dejó caer sus rodillas y cubrió sus ojos llorosos.
Muy pronto, Muguruza se mostró su nombre en la lista de ganadores en el vestíbulo del estadio – “Finalmente!” Dijo – y fue recibida por el ex Rey Juan Carlos de España.
