CDXtra. Después de firmar la extensión de contrato más grande en la historia de la NBA – proyectada para ser un valor de $ 169 millones en cuatro años – James Harden dijo, “Todo va a pasar en Houston, y esa es la razón por la que estoy aquí para siempre”.
Pero el hombre que accedió a pagar a Harden todo ese dinero no estará cerca de ese tiempo.
El dueño de Rockets Leslie Alexander está vendiendo la franquicia, anunció hoy el presidente del equipo, Tad Brown.
“Leslie Alexander es un verdadero competidor que siempre buscó el movimiento correcto para mejorar sus equipos”, dijo el comisionado de la NBA, Adam Silver, en un comunicado. Bajo su propiedad, creó una cultura de excelencia con una gerencia fuerte que atrajo al Salón de la Fama, All Stars y entrenando a gigantes y trajo dos campeonatos de la NBA y cuatro títulos de la WNBA a Houston.
“Muy respetado en toda la liga, ha sido un propietario activo e influyente cuya visión ayudó a hacer crecer el juego a nivel mundial, especialmente en China. Por otra parte, su filantropía habla tan poderosamente como su propiedad, con bibliotecas locales, centros de mujeres y refugios sin hogar, todos beneficiándose de su generosidad “.
Forbes valoró a los Rockets en US$1.65 Billions a principios de este año. Nunca ha sido un mejor momento para ser dueño de un equipo de la NBA, con nuevos acuerdos de televisión nacionales en vigor y la popularidad de la liga en alza.
Este es un momento clave para Houston, incluso con Harden encerrado. Chris Paul será un agente libre el próximo verano, elegible para un contrato máximo por un valor aproximado de US$207 millones en cinco años. Los Rockets están tratando de agregar a Carmelo Anthony, otra estrella de alto precio.
Alexander ha autorizado por mucho tiempo al gerente general Daryl Morey para tomar grandes cambios. ¿Pero con el futuro de la franquicia en flujo, Morey conseguirá guardar el gasto? ¿El próximo propietario firmará el pago de Paul al máximo hasta los 37 años?
Ya era una época emocionante en Houston con el techo alto de los Rockets. Todavía es emocionante, pero mucho menos seguro, con el techo tan alto, pero el piso viene de repente mucho más bajo.
