CDXtra. CLEVELAND – Se podría esperar, dada la familiaridad de lo que ha estado sucediendo durante cuatro años, que los Golden State Warriors y Cleveland Cavaliers hayan provocado un grave desprecio mutuo.
Ambas codician lo que el otro quiere, de hecho, los Warriors o los Cavs podrían hacer un caso persuasivo que, de no ser por los otros muchachos, uno ya habría marcado una turba de tres y estaría persiguiendo a los Celtics de Bill Russell en pos de un cuarto campeonato consecutivo.
Ambos han derramado cubos de sangre, sudor, lágrimas, dinero, Gatorade y movimientos contrarios de temporada baja en su nueva rivalidad con la NBA. Y ambos, bueno, como dijo el entrenador de Golden State, Steve Kerr, al San Jose Mercury News el domingo: “Solo queremos patearnos el trasero”.
“Solo queremos patearnos los unos a los otros”, dijo Steve Kerr, cuyos Warriors están en cresta mientras los Cavaliers están luchando
Y sin embargo, los Warriors y los Cavaliers, que juegan nuevamente este lunes en el Quicken Loans Arena en el enfrentamiento MLK en horario estelar de la NBA a las 9:00PM, tienen más en común entre ellos que con cualquiera de los otros 28 equipos de la liga.
