Cuatro de los cinco principales novatos del 2018 salieron de América Latina. Y aunque podría parecer ambicioso esperar que la promoción del 2019 sea capaz de emular lo hecho en esta última temporada por Ronald Acuña Jr., Juan José Soto, Miguel Andújar y Gleyber Torres, la realidad es que el grupo que se asoma este año a las Mayores promete cosas igual de buenas para la región y las Grandes Ligas.
Ya lo dice MLB Pipeline. Los primeros cuatro prospectos de la actualidad nacieron en la República Dominicana o, como es el caso de Vladimir Guerrero Jr., el número uno en ese ranking, vio a luz en un país fuera del área, sí, pero tiene indiscutible estirpe latina.
Guerrero es antesalista, pertenece a los Azulejos de Toronto y destrozó el pitcheo en las Menores el año pasado. Mientras Acuña y compañía completaban su exitosa campaña de estreno, él tocaba con vehemencia las puertas de la Gran Carpa. Fue líder en todas las fincas con un OPS de 1.073 y está listo para dar el salto, según los scouts y muchos analistas.
Es oriundo de Canadá y lleva la sangre de su homónimo padre, miembro del Salón de la Fama de Cooperstown. El bono de 3,9 millones de dólares que recibió en el proceso de firmas internacionales de 2015 palidece al lado de lo que dicen los informes sobre sus capacidades y potencial. Tiene fuerza, contacto y una madurez en el plato que resulta insólita para alguien con 20 años de edad.
El tercera base de los alados comenzará en Triple-A, sin embargo. Pero no tardará en ser subido. Parece un caso semejante a los de Acuña y Torres, que recibieron el llamado cuando sus clubes habían asegurado una séptima temporada de control sobre sus contratos.
Víctor Robles ya tiene dos pasantías arriba con los Nacionales de Washington y empieza el torneo como dueño del jardín central en la capital estadounidense. Poseedor de las cinco herramientas, patrullará el los mismos jardines donde habita Soto, formando una brillante combinación de presente y futuro que permite a los Nacionales pensar seriamente en octubre, a pesar de perder al estelar Bryce Harper.
Guerrero, por lo hecho en la campaña pasada, y Robles, porque será titular arriba desde el Día Inaugural, podrían ser vistos como los favoritos a luchar por el premio al Novato del Año en ambos circuitos. Pero el calendario es largo y no pocos reclutas brillantes están en la espera de asumir la titularidad en las Grandes Ligas, aunque a la mayoría le toque empezar en Triple-A.
En la Americana asoman también el jardinero Eloy Jiménez, de los Medias Blancas de Chicago; el lanzador zurdo Jesús Luzardo, de los Atléticos de Oakland; el patrullero Yordan Álvarez, de los Astros de Houston; y el también guardabosque Yusniel Díaz, de los Orioles de Baltimore.
En la Nacional tocan la puerta los infielders Fernando Tatis Jr., Luis Urías y el receptor Francisco Mejía, de los Padres de San Diego; el derecho Alex Reyes, de los Cardenales de San Luis; y el patrullero Víctor Víctor Mesa, de los Marlins de Miami.
Todos forman parte de los 100 mejores prospectos del 2019 y todos tienen fecha de graduación para esta justa, sin olvidar que algunos ya sorbieron el primer café en las Mayores, como Robles o el serpentinero derecho Jonathan Loaisiga, de los Yankees de Nueva York.
Es una generación brillante, ésta que sale del capullo para unirse al no menos notable grupo del campeonato pasado. América Latina está aportando a los diamantes de MLB algunos de los más emocionantes valores nuevos. Por ello, hay una clara posibilidad de que entre estos nombres estén los próximos ganadores del Novato del Año. Y en ambos circuitos.
Dependerá en buena medida del tiempo de juego que reciba cada quien. Luzardo se lastimó el hombro en la pretemporada y necesita unas seis semanas para recuperarse. Se espera que Guerrero, Jiménez y otros actúen a diario a nivel de Grandes Ligas desde finales de abril o mayo.
Algunos necesitan apartar los últimos obstáculos. ¿Qué hará San Diego con Manny Machado, Ian Kinsler, Urías y Tatis en el mismo cuadro? Por lo pronto, el mexicano lleva la delantera y estará en el lineup desde el vamos, aunque el último de los citados viene pisando fuerte luego de ser figura en la última temporada invernal de Dominicana.
El talento de este grupo recibió un simbólico espaldarazo la semana pasada, cuando los Medias Blancas se comprometieron con Jiménez al pagarle 43 millones de dólares por los próximos seis años. Es el contrato más abultado en la historia para un pelotero que todavía no ha visto acción en la Gran Carpa. Así de bueno es el quisqueyano, cuyo poder comparan algunos con el de Giancarlo Stanton, aunque con mejor disciplina en el plato.
En esta promoción hay dominicanos, cubanos, nicaragüenses, mexicanos y hasta un venezolano nacido en Perú. Son los mejores reclutas de Latinoamérica y están listos para demostrarlo.
