El presidente Donald Trump dijo el viernes que sopesa seriamente liberar a “inmigrantes ilegales” en bastiones demócratas para castigar a sus rivales en el Congreso por su inacción en el tema de la frontera, horas después de que funcionarios de la Casa Blanca y otros dijeran que la idea fue rechazada tan pronto como fue propuesta.
“Como los demócratas no están dispuestos a cambiar nuestras peligrosas leyes de inmigración, en efecto estamos considerando con seriedad, tal como se ha informado, enviar a los inmigrantes ilegales sólo a las ciudades santuario”, tuiteó Trump. “La izquierda radical siempre parece tener una política de fronteras abiertas, de brazos abiertos, así que esto debería hacerlos muy felices”.
Después dijo a la prensa que él “consideraba escrupulosamente” la idea de liberar a las familias migrantes en esas comunidades, aunque no existen planes inmediatos para concretar la amenaza del mandatario.
“Ellos siempre están diciendo que tienen los brazos abiertos. Hay que ver si tienen los brazos abiertos”, apuntó.
Este giro de Trump, que al parecer tomó por sorpresa al Departamento de Seguridad Nacional (DHS por sus siglas en inglés), estuvo precedido por la noticia difundida por sus detractores de que la Casa Blanca había considerado por lo menos en un par de ocasiones un plan para liberar a los inmigrantes detenidos en las llamadas ciudades santuario, utilizando a los migrantes como instrumento para castigar a sus oponentes políticos.
Antes de los comentarios de Trump, el Departamento de Seguridad Nacional y un funcionario de la Casa Blanca habían insistido en declaraciones casi idénticas en que la idea fue propuesta pero rechazada tajantemente.
Pero al parecer no por el presidente, quien resucitó la propuesta.
Las “ciudades santuario” son jurisdicciones donde las autoridades locales no colaboran activamente con los agentes del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés), negándose a dar a la agencia federal información o recursos que le ayudarían a capturar y deportar a quienes viven ilegalmente en el país.