Unai Emery entregó a Hazard su corona en Bakú. El español, que coleccionaba Europa Leagues cada vez que pisaba el torneo, no ensanchó su leyenda. Sus tres trofeos consecutivos los ‘cortó’ la magia de Hazard. El belga terminó con su aura. A 4.000 kilómetros de Londres, Chelsea y Arsenal chocaron en un derbi que se llevó por delante los gunners. Un rayo azul les atravesó haciéndoles cuatro heridas mortales en el segundo acto que otorgaron el título a los de Sarri. Un goleada (4-1) de quilates. Que vale un trofeo.
En su probable despedida, Eden Hazard pintó una de sus mejores obras con el Chelsea. En Azerbaiyán, fue el director de la función que coronó a los blues. Su partidazo tuvo dos actos diferentes por su eficacia pero idénticos por su fútbol. El belga agarró la final y no la soltó. Con el balón cosido a su bota derecha fue un suplicio para un Arsenal que tuteó al Chelsea en la primera parte. No en la segunda.
La tormenta de Hazard y la armada azul arrasó a los gunners. Apenas tuvieron respuesta a los martillazos de los de Sarri. La película se rodó al ritmo que Eden quiso. Fue el actor principal y Giroud el mejor secundario. El pichichi de la Europa League (11 goles) dejó su sello en la final con un cabezazo tan plástico como difícil. Un remate preciso y en escorzo que abrió un abismo en la final.
El Arsenal se derrumbó. Aubameyang y Lacazette eran dos islas en el mar de Bakú y Cech no podía con todo el trabajo que tenía. El día en el que colgaba los guantes, la vanguardia del Chelsea se los desgastó sin piedad. No se apidaron de su antiguo mito.
En una final no podía faltar el gol de Pedro. El español los logró con el Barcelona en la Champions, el Mundial de Clubes, en la Supercopa de Europa… y cerró el círculo con la Europa League. Hazard le regaló al español el 2-0. El 3-0 también lo fabricó la misma conexión: el belga asistió a un Pedro al que se llevó por delante Maitland-Niles. Hazard logró de penalti el tercero. Su primera celebración de la noche.
El Arsenal estaba K.O. y sólo un misil de Iwobi le levantó algo de la lona. La final se comprimió pero Eden quería más.Siguió encarando, regateando… y se topó con su doblete. Hazard anotó el cuarto. Punto y final.
Lacazette y el Arsenal lo intentaron sin premio. El partido no tuvo más historia. Los gunners se quedaron sin título y sin Champions. El Chelsea ya tenía su tercera Europa League, la segunda con Eden. La primera final británica de la semana se tiñó de azul…y de Hazard. Un adiós dorado. El Bernabéu le espera.