Turquía, con un fútbol rocoso y efectivo, dejó en evidencia a la actual campeona del Mundo, Francia, que, con todas sus estrellas, ofreció una de sus peores versiones y fue superada.
El cuadro galo se mostró errático en ataque y en defensa. Apenas amenazó al conjunto local, cuyo entusiasmo creció a medida que contemplaba la posibilidad de triunfo más cerca.
Francia, que cedió el liderato del Grupo H en favor del equipo otomano, empezó a claudicar a la media hora de partido. El conjunto de Didier Deschamps tuvo más el balón hasta ese momento, pero se ahogaba una y otra vez cerca del área turca.
Ni Kylian Mbappe ni Antoine Griezmann fueron capaces de encontrar espacios en la firme zaga del cuadro de Senol Gunes, que poco a poco amenazó con transiciones rápidas para alterar la estabilidad defensiva de Francia.
Así, a la media hora encarriló el triunfo Turquía. Fue en una falta que botó hacia el área el jugador del Roma Cengiz Under. Llegó la pelota a la cabeza de Merih Demiral, que prolongó el centro y encontró al defensa del Fortuna Dusseldorf Kaan Ayhan, que cabeceó a la red.
Con Francia sin capacidad de reacción, Turquía acentuó sus intenciones y marcó el segundo gol a cinco minutos del intermedio.
Samuel Umtiti cometió un error y lo aprovechó Burak Yilmaz, que quitó el balón al central del Barcelona. Dorukhan Tokoz recibió la pelota, la envió a Cengiz Under y éste batió a Hugo Lloris.
Deschamps reaccionó en el vestuario y ordenó un doble cambio. Ferland Mendy ocupó el lugar de Lucas Digne y Kingsley Coman el de Blaise Matuidi.
No sirvió de mucho. Francia no amenazó la portería de Mert Gunok. Disponía del balón, pero carecía de profundidad. En ningún momento Turquía se inquietó. Le bastó con orden y concentración para dilapidar las intenciones de su adversario hasta cerrar el triunfo.
El 2-0 sitúa a Turquía con pleno de victorias y líder del grupo por delante de Francia, que padeció su primer revés en la fase de clasificación.
