Para Roger Federer no pasa el tiempo, al menos cuando tiene una raqueta en la mano. El suizo se ha impuesto este domingo en la final del Open 500 de Halle tras derrotar a David Goffin por 7-6(2) y 6-1, en 1 hora y 23 minutos. Es el campeón más longevo del tenis sobre hierba, dentro de la Era Open, con 37 años, 10 meses y 15 días.
Después de ver como Rafael Nadal llegaba a los 12 entorchados en Roland Garros y 11 en Montecarlo y Barcelona, Federer ha cambiado hoy de dígito en Halle y alcanza las 10 coronas. El triunfo le sirvió para quitarse la espina de la final perdida en la pasada edición del certamen teutón con Borna Coric.
Goffin plantó cara a su rival en la manga inicial, donde desperdició hasta tres pelotas de rotura. Una vez el belga cedió el primer set en la muerte súbita, su lenguaje corporal era el de un jugador derrotado.
Roger llega a los 102 títulos como profesional, a siete del tope histórico de Jimmy Connors. También pisa los talones del estadounidense en partidos ganados sobre césped. Suma 181 y está a cuatro victorias de igualar a Connors y a cinco de superarle. Ese récord podría caer en caso de plantarse en las semifinales de Wimbledon, tercer ‘Grand Slam’ de la temporada que empieza el 1 de julio en las pistas del All England Club.
El tenista de Basilea, primero que suma tres títulos en la presente temporada, anteriormente había levantado los brazos en Dubái y en Miami, saldrá mañana a 1.325 puntos de Nadal, segundo en el ranking ATP. Eso significa que afrontará el tercer ‘major’ del calendario con opciones matemáticas de pasar al balear. Para ello debería ganar y que Rafa no fuera finalista.