Copa Oro
La selección mexicana supera a Haití en tiempos extra y accede a la final de la Copa Oro
Los pasos del “Gigante” se reducen en Concacaf. El Tricolor no aplastó, y gracias a una pena máxima en la prórroga, pudo reflejar su dominio ante una digna Haití en la Universidad de Phoenix, 1-0 marcador final con solitario gol de Raúl Jiménez. México dio el paso, aunque fue corto, a la gran final de la Copa Oro 2019.
El goleador de los Wolves se reivindicó para certificar el boleto mexicano a la última instancia del certamen dorado. Los pupilos de Gerardo Martino esperan a Jamaica o Estados Unidos.
El balón rodó a ritmo vertiginoso y se generaron dos aproximaciones en menos de un minuto. México generó la primera llegada después de seis toques, pero ni siquiera hubo inquietud para Jhonny Placide.
En cambio, la selección de Haití dio un latigazo que asustó a Ochoa con menor elaboración de juego. La respuesta caribeña se manifestó con un zurdazo de Pierrot por encima del arco mexicano.
El Tricolor impuso condiciones mediante la posesión del esférico. Aunque abusó de los pases laterales, también explotó muy temprano la pradera derecha. Luis Rodríguez, dueño de la pradera, ganó las espaldas de sus marcadores en la primera escapada.
Se incorporó al ataque; sin embargo, sus servicios nunca dieron ventaja a los rematadores. Los zagueros haitianos cortaron los avances; también lo hizo Placide en par de oportunidades.
Hasta 13 pases ligó el combinado nacional sin respuesta de los caribeños. Méxicono supo capitalizar tal dominio; Roberto Alvarado desaprovechó un rebote haitiano dentro del área. Más adelante Raúl Jiménez regaló un remate de cabeza al popular Placide. El arquero de Haití, agigantado como aquella noche triste en Carson. El Tricolor extrañó la ausencia de Uriel Antuna, quien inició en la banca.
El equipo sensación del certamen dorado no arriesgó en ningún momento. La prioridad siempre fue defender, y en cualquier parpadeo mexicano, atacar a velocidad con pocas unidades.
Alex Christian sacó un zurdazo que solamente vigiló Guillermo Ochoa. También el contragolpe de Nazon después de una larguísima carrera contra cuatros futbolistas mexicanos; jaló del gatillo fundido y el tiro pasó a un costado de la cabaña nacional.
Con ese fútbol tosco y un enorme corazón, Haití consiguió dejar la pizarra sin goles al medio tiempo en la Universidad de Phoenix. Más allá de un sobresaliente trabajo defensivo haitiano, México no pudo abrir el candado por sus repetidas imprecisiones en zona de ataque.
Ni con la charla en el vestuario, el Tricolor se revolucionó para la parte complementaria. Haití fue consentido ante la falta de intensidad mexicana; Pierrot, de media vuelta, tiró por encima del arco de Memo.
México reaccionó gracias a Jonathan dos Santos. El volante del Galaxy pisó el área chica y otra vez se interpuso una pierna caribeña en la acción ofensiva. Acto seguido, Carlos Salcedo pateó por arriba con demasiada fuerza.
Gerardo Martino ordenó los ingresos de Carlos Rodríguez y Uriel Antuna con la encomienda de inyectar desequilibrio al ataque mexicano. Guardado y Alvarado abandonaron el campo.
De Haití prácticamente nada en el segundo tiempo. Se dedicó a cuidar el resultado, de alargar hasta la última instancia el cotejo. Con el correr del reloj, el combinado caribeño perdió gas.
Antuna impulsó al Tricolor en la recta final. Gracias a su descaro, Placide tuvo que emplearse a fondo para evitar la vacuna del jugador del Galaxy.
Con su cansancio y sus limitaciones, Haití fue capaz de rebelarse a la selección mexicana hasta en la agonía del tiempo reglamentario. A los atacantes haitianos les faltó inteligencia para fusilar a Guillermo Ochoa en un par de descolgadas. A México imaginación, y más tranquilidad, la desesperación privó al Tri de una victoria en 90 minutos.
El planteamiento haitiano se rompió en el amanecer de los tiempos extra. Raúl Jiménez cayó en el área; esta vez el colegiado observó una infracción caribeña. A su estilo, Jiménez finalmente reflejó la superioridad tricolor desde el manchón penal. Placide fue engañado.
Ya con la ventaja en el marcador, México jugó con oficio, pero sufrió hasta el último minuto. Los caribeños, cansados y con escasos recursos, volvieron a aproximarse al arco nacional. Podrán contar que compitieron con el máximo ganador de la Copa Oro en 120 minutos; el balón se estrelló en el metal, a centímetros de colarse en el ángulo. México deberá trabajar mucho para ser campeón del torneo. Esta noche careció de contundencia, tranquilidad e intensidad en varios lapsos de la semifinal.