Frenkie De Jong se ha presentado ante 20.000 aficionados que se han personado en el Camp Nou para ver a su nuevo comandante de la medular. El neerlandés ha saltado por primera vez a su nuevo césped, en proceso de mejora, después de haber firmado un contrato que le ata a la entidad catalana por cinco temporadas. Tras dar varios toques con el balón y hacer un ejercicio con niños de la ‘Barça Academy’, ha regalado varios balones al público y se ha despedido de los suyos hasta nueva orden.
“Estoy muy feliz de estar aquí, orgulloso, y con ganas de empezar”, decía De Jong nada más coger el micrófono. Y es que está llamado a marcar una etapa. Una nueva etapa donde el Barcelona sea un club más reconocible en su estilo y forma. Porque desde la directiva creen que una era diferente empieza con él. “Pensé en todos los clubes que estaban interesados en mí, pero los representantes del Barcelona vinieron y me convencieron. Para mí tomar la decisión de decidirme por el Barcelona fue fácil”, explica. Además matiza que siempre había su sueño jugar en este estadio.
Y es que De Jong tiene que ser el líder del futuro, pero también del presente. Con un centro del campo cuestionado durante toda la pasada campaña, el de Arkelllega para darle un soplo de aire fresco y devolver el tan ansiado ‘ADN Barça’ a un equipo que no termina de enganchar con el socio. Es un futbolista que hacer mejor a sus compañeros, que abarca mucho espacio en la zona intermedia del rectángulo de juego y nutre de balones a los atacantes. Como se suele decir, los lazos entre Ajax y Barcelona son muy extensos y su proceso de adaptación será cómodo al seguir un patrón de juego similar que en el conjunto de la Eredivise: “Siempre he tenido una conexión con la filosofía de Cruyff”, asegura.
Uno de los futbolistas que más agradecerá la llegada del neerlandés es Sergio Busquets. El de Badía del Vallés tendrá a su lado a un jugador que ayuda a la salida de balón desde atrás, que se ofrece para ser el catalizador de juego y que, salvando las distancias, es lo más parecido que ha tenido a su lado desde la marcha de Xavi Hernández y Andrés Iniesta. “Tengo que demostrar mi calidad sobre el terreno de juego y luego decidirá el entrenador”, ha comentado sobre su rol cuando empiece la temporada. Lo cierto es que todavía no ha hablado con Ernesto Valverde, al que verá el próximo día catorce de julio cuando volverá al trabajo con sus nuevos compañeros.
Lo único que falta por dilucidar es el dorsal que lucirá Frenkie. “El 21 siempre es especial para mí. He jugado con él, pero ya veremos”. Lo cierto es que ese número tiene protagonista en el vestuario, siendo Aleñá portador de unos dígitos que podrían terminar en la camiseta del nuevo integrante de la plantilla.
