La noticia saltó minutos antes del partido. Joao Félix no era de la partida. Joao Félix ni siquiera se vestía de corto. Joao Félix no iba a poner patas arriba el Globe Life Park, el estadio de beisbol adaptado para la disputa del Atlético-Chivas. El Niño de Oro y su magia se guardan en una coctelera para el derbi. Más ganas todavía, dirán los atléticos, de verle en acción ante el que será su mayor rival, ante el que le enseñarán a pelear como si la vida durara apenas 90 minutos. Los que duran los duelos ante el enemigo blanco.
Ahora hay que olvidarse del 7 como los atléticos olvidan al anterior 7. Antoine… A pasar página dirían del primero al último de los rojiblancos. Podemos seguir con el juego de palabras mientras en los 15 primeros minutos de fútbol apenas se puede hablar. Calentón de Costa, amarilla incluida, Morata fallando las que debe meter y mucha pelea en las jugadas a balón parado. Apenas Vitolo lo intentó por calidad y verticalidad, mientras Trippier colocó un centro de los que le hicieron ganarse la fama de ser el heredero de los ‘plátanos’ de Beckham.
El primer detallazo de fútbol llegó en el 19′. Un zurdazo que se colaba en la escuadra hasta que apareció la mano de Gudiño. Que luego le sacó otra a Saúlantes de que Llorente la liara para dejar al equipo con 10. Dos errores de bulto le mandaron fuera del césped con una roja merecida en el minuto 24 que condicionó al Atlético… y dejará al mediocentro sin medirse a su ex equipo, el Real Madrid.
Acabó el primer acto y con él se fueron a la ducha para no volver los10 que quedaban sobre el césped. La unidad B rojiblanca saltó tras el descanso en este proceso de dosificación que lleva a cabo El Cholo. Jugadores que llevarán a cabo un rol importante (Felipe, Herrera o Koke), mezclados con canteranos e incluso con un Correa que pudo vivir sus últimos minutos defendiendo el escudo del oso y el madroño. Dejó alguna de esas filigranas que con continuidad habrían hecho de él un jugador superior.
Una doble amarilla a Villanueva igualó fuerzas en la media hora final. Koke volvió a forzar a un portero que iba para héroe… en un encuentro que acabó con Toni Moya de capitán cuando todavía no tiene ficha del primer equipo. El claro ejemplo de la poca ‘seriedad’ de un torneo que pretende ser la Champions de verano, pero que acaba por ser un bolo multimillonario con los mejores equipos de Europa pensando en lo serio. Es decir, en la competición de verdad.
Ni hubo fútbol ni tampoco goles. El partido se iba a decidir desde los 11 metros. Comprensible tras el largo viaje apenas 24 horas antes y en pleno proceso de jet lag… mezclado con la paliza física de las dos semanas de San Rafael. Piernas duras. Incluso para una tanda que los mexicanos tuvieron a tiro tras el fallo de Saponjic… y que acabó ganando el Atlético con dos paradas de Adán, el héroe de los penaltis.