Fue la primera mujer de la historia en ganar un oro olímpico en boxeo
La boxeadora Nicola Adams, doble campeona olímpica (Londres 2012 y Río 2016), anunció este miércoles su retirada del boxeo a los 37 años por el riesgo de sufrir una lesión grave en su visión si continuaba peleando. “Me han avisado de que cualquier impacto más en mi ojo puede producirme un daño irreparable y una pérdida permanente de visión”, cuenta en una carta enviada al ‘Yorkshire Evening Post’, medio de Leeds, Gran Bretaña, donde nació. También explicó su decisión en sus redes sociales.
Adams, considerada una heroína deportiva e inspiración para millones de mujeres y niñas en su país, eligió este medio de su ciudad natal para dar a conocer la noticia. “He tomado la muy difícil decisión de dejar el ring”, comienza.
“Me siento inmensamente honrada de haber representado a nuestro país. Ganar dos medallas olímpicas de oro y después el cinturón del campeonato de la OMB es un sueño hecho realidad. (…) Se me ha advertido de que cualquier otro impacto en mi ojo probablemente conduciría a un daño irreparable y a la pérdida permanente de la visión”, continúa en su carta abierta.
Su carrera en el ring comenzó de forma casual. Dee, su madre, se apuntó a un gimnasio para hacer aerobic pero no tenía con quién dejar a la pequeña y, como no consiguió niñera, se la tuvo que llevar con ella. En aquel gimnasio de Leeds, donde había boxeo, empezó la trayectoria de Adams a la edad de 12 años. Entonces ni ella ni su madre se podían imaginar que aquel deporte acabaría convirtiéndose en su vida.
Su primer combate fue con 13. “Fue en el East Leeds Working Men’s Club y boxeé tres asaltos de un minuto y medio. Gané por puntos. Olvidé el nombre de la chica a la que golpeé”, rememora en el ‘Yorkshire Evening Post’.
Reconoce que su fuente de inspiración siempre han sido los combates de Ali, Tyson y Bruno. Ellos le inculcaron su pasión por el boxeo y su decisión de perseguir sus sueños y entrenar duro para lograrlos. Pero hay un combate que le marcó por encima del resto. el que protagonizaron Ali y Foreman de 1974 y que es considerada la mejor pelea de la historia.
Hizo historia en Londres 2012
Creció en Burmantofts, un área de viviendas de Leeds construída en la década de los 60 que cuenta desde entonces con una importante comunidad afrocaribeña e irlandesa, y estudió en el Agnes Stewart High School. Ya de niña le dijo a su madre que ganaría una medalla de oro en los Juegos Olímpicos, cuando el boxeo femenino ni siquiera era un deporte olímpico, de hecho se estrenó en Londres 2012. Y Nicola Adams cumplió su palabra. Es más, se convirtió en la primera mujer en ganar la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Londres 2012 y cuatro años más tarde en Río de Janeiro, volvió a subir a lo más alto del podio.
La campeona mundial de peso mosca, que se convirtió en profesional en 2017 y que desde entonces ha ganado sus cinco combates, tres de ellos por nocaut, reconoce que no se arrepiente de nada a pesar del impacto que el deporte ha tenido en su salud.
¿A qué se dedicará ahora? “El boxeo siempre ha sido una parte tan importante de mi vida -y siempre lo será- pero después de entrenar todos los días durante más de 20 años, mi cuerpo está deseando descansar“, ha reconocido en el periódico de su ciudad natal.
