Este martes sería declarado equipo desafiliado
Se acabó, no dio para más, terminó el fútbol en Veracruz, al menos con la intervención de su actual propietario, Fidel Kuri. La gran cantidad de adeudos y cuentas pendientes de pago a nivel local e internacional han hecho insostenible en la Liga MX al dirigente, que este martes sería declarado no apto para volver a ocupar un cargo como socio de la cúpula del fútbol mexicano.
Sus innumerables promesas de pago incumplidas y los plazos no respetados de otros adeudos provocaron que la relación llegara a un punto de no retorno y en el que Kuri ya no tiene cabida.
Y eso no es todo, este martes se decretará la desafiliación de Kuri Grajales y con ella se evitará seguir acumulando más deudas. El problema es que esta medida causará daños colaterales en los equipos filiales con límite de edad y en el equipo de la Liga Femenil, pues también serán dados de baja de sus respectivas competencias.
La actual dirigencia de los Tiburones acumuló deudas en los últimos cuatro años que sumadas a las que arrastraban desde hace dos décadas hacen un gran total que ronda los 50 millones de dólares y que, evidentemente, no se ve cómo puedan liquidar a la brevedad sus actuales propietarios.
Quizá la única opción para que el conjunto jarocho eluda este martes la desafiliación sea que algún grupo empresarial decidiera entrar al quite y salvarlo económicamente. Sin embargo, fuentes en el puerto han declarado que las escasas posibilidades del club para evitar el descenso en seis meses hacen prácticamente imposible la intromisión de algún inversionista.
Kuri cumple hoy día con todas las atenuantes reglamentarias para ser desafiliado del organismo de fútbol, aunque quedará en suspenso, y lo deberá aclarar este mismo día la Liga MX: ¿Cómo quedarán los futbolistas pertenecientes al club? ¿Cómo y cuándo se pagarán las deudas existentes y reconocidas por la FMF?