Larden, quien lanzó el único juego perfecto en la historia de la Serie Mundial, falleció el miércoles a la edad de 90 años, víctima de cáncer de esófago en un hospicio en Hayden, Idaho, según confirmó Andrew Levy, representante del ex pelotero, a quien Scott Larsen, hijo de Don, confirmó la noticia.
Larsen, quien fue un lanzador eficiente y un personaje que logró una hazaña que ningún miembro del Salón de la Fama pudo, jugó para siete equipos en 14 años de carrera en los que tuvo marca de 81-91, pero el 18 de octubre de 1956, con el uniforme de los New York Yankees, fue tan bueno como el mejor pitcher.
En el Juego 5 de la Serie Mundial, Larsen le lanzó a 27 bateadores de los Brooklyn Dodgers y el último al que enfrentó fue al emergente Dale Mitchell, a quien ponchó con un strike cantado para luego fundirse en un abrazo con el catcher Yogi Berra.
“Cuando Yogi Berra saltó y me abrazó, mi mente se puso en blanco”, escribió Larsen en su autobiografía. “Estaba bajo ataque amigo. Me llevaron arrastrando al dugout”.
Esa celebración se mantiene como una de las más alegres en la historia del beisbol profresional.
“El juego perfecto de Don Larsen permanece como un un momento de definición en la historia de nuestra franquicia al encapsular una época de gloria de los Yankees y se clasifica entre las mejores actuaciones individuales en la historia de Grandes Ligas”, dijeron los Yankees en un comunicado publicado en Twitter. “La incomparable alegría reflejada en su abrazo con Yogi Berra es una imagen que vivirá siempre en la tradición de los Yankees, Fue el pináculo del éxito en el beisbol y un recordatorio de las increíbles e inolvidables cosas que pueden suceder en un diamante de beisbol”.