En lo que estaba supuesta a ser una ocasión feliz, Xander Bogaerts recibió el jueves su trofeo como el Jugador Más Valioso de los Medias Rojas del 2019 en la cena anual de la Asociación de Escritores (BBWAA) de Boston.
Pero el campocorto, quien para muchas personas es el líder emocional de los Medias Rojas, no pudo ocular su tristeza sobre el hecho de que el puertorriqueño Alex Cora ya no es su manager. Y no intentó hacerlo.
Como siempre, Bogaerts habló de corazón al reunirsecon los medios dos días después de que Cora y los Medias Rojas cortaran vínculos.
“He hablado con él varias veces [desde que salió la noticia]. Es triste. Simplemente es triste que no vaya a ser nuestro manager”, expresó Bogaerts. “Como dije, como era él con nosotros, no hay alguien en ese clubhouse que tenga problemas con él o que vaya a decir algo negativo”.
Los Medias Rojas y Cora llegaron a la conclusión de que el boricua ya no podía ser el capataz del equipo, dado lo que descubrió MLB en su investigación sobre el robo de señas de parte de los Astros en el 2017. Cora, como coach de la banca de Houston en aquella temporada, fue una figura clave en el sistema ilegal.
Bogaerts se escuchó como alguien que aún estaba procesando la noticia.
“Fue duro, porque sabiendo el equipo que tenemos y todo lo que logramos, fue bastante especial. Y con él a cargo, obviamente fue maravilloso. Es una pena que ya no vaya a estar con nosotros. Sinceramente, se le echará de menos”.
El hecho de que los Medias Rojas están bajo investigación ahora mismo de parte de MLB por robo de señas enturbia más la situación. El miércoles, la novena de Boston les pidió a sus fans que no sacaran conclusiones sobre lo que sucedió en el 2018 hasta que el Comisionado Rob Manfred divulgue su informe.
A Bogaerts se le preguntó si considera que el título de Serie Mundial que ganó Boston esa temporada está empañado.
“Definitivamente, no”, dijo Bogaerts. “Llegamos al parque todos los días, trabajamos duro, entrenamos duro, jugamos como compañeros, nos apoyamos uno al otro y tuvimos un gran cuerpo de instructores que fue parte de eso”.
Y ahora, faltando menos de un mes para que inicien los entrenamientos primaverales, Bogaerts se encuentra en la incómoda posición de no saber quién será su manager.
“Eso es muy extraño, honestamente”, expresó Bogaerts. “Obviamente, en la vida pasan cosas. Todo fue muy inesperado”.
Cuando Cora tomó las riendas de los Medias Rojas en noviembre del 2017, uno de los primeros jugadores a quien retó fue a Bogaerts. Cora sentía que el arubeño podía convertirse en un jugador élite y ése ha sido el caso en las últimas dos temporadas.
“Creo que me ayudó a alcanzar el siguiente nivel que anhelaba. Le agradezco muchas cosas”, dijo Bogaerts.
Y de cara al 2020, es probable que Bogaerts tenga que jugar un papel aun más grande a la hora de mantener unido el camerino ante estas circunstancias imprevistas.
“Creo que tenemos las piezas indicadas”, dijo Bogaerts. “Lo bueno es que tenemos un equipo que ya se conoce. La mayoría de los muchachos regresó. Obviamente, tenemos algunas piezas que no han firmado que fueron claves de este equipo. Pero faltan algunas semanas para los entrenamientos. No sé qué pasará de aquí a ese momento, pero obviamente tenemos muchos veteranos en este clubhouse para dar la pelea y olvidarnos de las distracciones”.
¿Qué espera Bogaerts del próximo manager de Boston?
“Alguien como [Cora]”, expresó Bogaerts. “El primer año, llegó y ganó. Todo parecía fácil. El año pasado, tuvimos algunos trechos difíciles. Aun así, terminamos la temporada por encima de .500. No era donde queríamos estar, pero [Cora] hizo un gran trabajo con nosotros. Es difícil manejar a 25 muchachos, mantenerlos a todos en la misma página. No dejar que el clubhouse se desmorone es algo difícil de hacer”.