Poco a tardado Kyrie Irving en volver a provocar un incendio dentro de los Brooklyn Nets tras pasar casi dos meses fuera de las canchas por una lesión en el hombro. En el tercer partido después de su recuperación, con su equipo perdiendo frente a los Philadelphia 76ers, el base hizo unas declaraciones bastante polémicas que se interpretaron como un ataque hacia algunos de sus compañeros.
“Es evidente que necesitamos una o dos piezas para complementarme a mi, a Durant, DeAndre Jordan, Temple, Dinwiddie y LeVert”, declaró el ex de Cavaliers y Celtics dejando de lado al resto de jugadores que completan la plantilla de los Nets.
Tras sus palabras, y todo el revuelo que se formó, Irving volvió a tomar la palabra después del entrenamiento de su equipo para intentar aclarar la situación: “Hablé con mis compañeros para asegurarme de que no había nada fuera de contexto y supieran exactamente lo que quería decir”, señaló el base antes de volver a echar leña al fuego. “
“Voy a seguir presionando y exigiéndome tanto a mi mismo como a mis compañeros. Si soy duro como líder o soy demasiado para alguien, que se quede fuera de nuestro vestuario. Es tan simple como eso”, sentenció.
Estas palabras de Irving y esta forma de gestionar su liderazgo dentro de un grupo vuelven a disparar las dudas sobre su capacidad de ser la primera espada de un proyecto tal y como sucedió la pasada campaña en Boston. Las cifras tampoco están de su parte, pues con él, el balance de los Nets es de 5-9 mientras que sin él, al menos ganan la mitad de sus partidos (13-13). Eso sí, en el apartado individual son los mejores números de su carrera: 27,2 puntos, 5,3 rebotes y 6,9 asistencias por partido.
