El Barcelona de Quique Setién no acaba de arrancar y deja el liderato en el aire. Hasta ahora había ganado sin convencer tanto a Granada -lo hizo después de quedarse en superioridad y tras un poste nazarí con 0-0- como al Ibiza en Copa -los ibicencos tuvieron un poste para el 2-0 antes de la remontada- pero en Mestalla se llevó un golpe de realidad y cayó con justicia. El juego de tanto pase y nada de remate y llegadas consigue lo mismo que los documentales de La 2: dormir al personal. Buscando entrar por el centro sin usar las bandas no va a crear nada de peligro. Es un fútbol plano impropio del Barcelona y eso que el centro del campo lo formaron de inicio Arthur, Busquets y De Jong, los tres que deben ser habituales en lo que queda de temporada. Reaccionó sólo cuando se vio por debajo en el marcador pero no todos los días son domingo.
En Mestalla se midió a un Valencia con un juego directo que le dejó bien claro que ese no es el camino para ganar títulos. Los de Celades llegaron cuatro veces a puerta en la primera mitad y si al descanso se llega con 3-0 a nadie hubiera sorprendido. Pero Ter Stegen también juega. En el mintuto 10 penalti de Piqué a Gayá, pero Maxi Gómez no pudo batir al alemán en el lanzamiento. Ocho minutos después el meta azulgrana salva sobre la línea un rechace involuntario de Piqué tras un mal despeje de Sergi Roberto y al filo de la media hora un disparo de Maxi Gómez lo manda al larguero y el rechace lo remate Gameiro tras un toque de Soler para Ter Stegen volviera a lucirse. Un Valencia sin Parejo sancionado y con Rodrigo en el banquillo, lo que tiene mucho más mérito. El único remate catalán antes del descanso fue una falta de Messi que detuvo Jaume sin problemas.
La segunda parte empezó con un remate forzado de Ansu Fati que salió rozando el poste, pero fue un espejismo para las esperanzas azulgranas. Dos minutos después un remate desviado de Maxi Gómez lo introdujo en su portería Jordi Alba haciendo justicia a lo visto hasta ese momento. Coquelin y Kondogbia mandaban sobre el campo y las bandas de los de Celades no paraban de surtir balones al área azulgrana. Setién tiró de Arturo Vidal para intentar dar más consistencia a los suyos, necesitados de gol para no perder el liderato. Y Messi casi empata en la mejor ocasión para los suyos al borde de la hora de juego, pero su disparo cruzado rozó el poste.
Celades también reaccionó y sacó a Rodrigo, su hombre-gol, que ha sido protagonista toda la semana por el interés azulgrana en ficharle. Algo habrá si Setién decidió que Carles Pérez salga cedido y en el banquillo de Mestalla el único jugador ofensivo que tenía era Collado, del filial. La baja de Luis Suárez sigue siendo muy alargada. El Valencia reculó en su planteamiento tras el gol y dio alas al Barcelona. Messi, el único con peligro una vez más, hacía lo que podía pero no fue suficiente. Lo intentó con una parábola venenosa, con un cabezazo, de falta… pero no hubo suerte.
Los de Celades parecían entregados, pero no. Estaban esperando su oportunidad y esta llegó tras un pase de Ferran a Maxi Gómez para que el uruguayo marcara de tiro colocado el 2-0 a falta de 10 minutos. El gol dejó tocado al Barcelona y el Valencia se desmelonó buscando el tercero que llegó tras un remate de Gabriel Paulista a la salida de un córner, pero que fue anulado por falta previa del brasileño a Busquets antes de que se hiciera el lanzamiento. Los últimos minutos sólo sirvieron para que Setién hiciera debutar a Collado. El Valencia, tras dos partidos malos, se desquita y busca los puestos Champions y el Barcelona debe pasar unos días en el rincón de pensar, lo importante no son los pases.