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¿Cómo es el panorama de Boston Celtics para la temporada 2020-2021?

Alcanzar las Finales de Conferencia y competir en ellas mejor de lo que arroja el resultado de 4-1 hubiese sido considerado un éxito antes de empezar la temporada. Sin embargo, pese a quedarse cerca de las Finales otro año con Brad Stevens faltando armas, queda cierto sabor amargo.

La temporada de Boston Celtics merece una nota muy alta. Hubo un momento del pasado verano en el que las marchas de Kyrie Irving y Al Horford retiraban la etiqueta de candidatos al título. Quedaría una plantilla competitiva, pero para meterse en los Playoffs y luchar con los jóvenes a medio plazo. La firma de Kemba Walker cambió los planes. Competir y desarrollar, en especial a Jayson Tatum, aunque se planteaba un mejor escenario.

La química ha vuelto a Boston tras una temporada muy complicada. La 2018-2019 fue mal por muchos motivos, no solo por Kyrie, aunque por supuesto este sea un personaje muy particular. No encajó, hizo las maletas y llegó como sustituto una personalidad que cuadra mucho mejor con los Celtics. Kemba es más beneficioso para los verdes, sin duda, pero el estatus de estrella que tiene Kyrie es de nivel superior, por mucho que necesite un entorno a su medida para funcionar.

Tras gustarse, entretener y recuperar esos valores Celtic los de Stevens fueron capaces de superar en juego y resultado a los últimos campeones, los Raptors, en una durísima serie de siete batallas. Les faltaba banco y un pivote más, es evidente, al igual que esa sensación de que pudieron hacer más en las Finales del Este contra Miami.

Tatum y Brown, dúo para triunfar en el baloncesto actual

Aunque tres pivotes de altísimo nivel como Anthony Davis, Bam Adebayo y Nikola Jokic hayan estado en Finales de Conferencia el papel de los interiores es muy diferente al de hace décadas, incluso al de hace pocos años. Los aleros marcan el baloncesto actual y en Boston disponen de la mejor pareja joven de la liga en el puesto, la formada por Jayson Tatum y Jaylen Brown.

Ambos han mostrado muchísimo crecimiento en la temporada y en Playoffs. Tatum ya es la estrella de Boston, el jugador destinado a ser candidato a MVP. A nivel ofensivo solo necesita seguir madurando, mientras en defensa ha subido escalones hasta disputarse con los mejores. Élite en ambos lados de la cancha. Por su parte, Brown se ha convertido en el escudero perfecto justo cuando más críticas recibió la franquicia tras su renovación. Jaylen ha terminado con todas.

El siguiente pasó será atar a Tatum con un máximo, algo que Ainge hará encantado. Mantener a ambos y rodearles es el objetivo de la gerencia para la próxima década. Disponen de dos aleros de enorme potencial y cuyo encaje es extraordinario. La cuestión es cómo gestionar el resto de recursos para ser candidatos.

El año I de Kemba

A sus 30 años Walker ha disputado los terceros Playoffs de su carrera. En Charlotte apenas jugó dos ediciones y en la última, la de 2016, registró 22,7 puntos, 4 asistencias y 3 rebotes con un 32% en triples y 36% en tiros de campo precisamente ante Miami Heat. Los de Florida, con un equipo distinto en 2020, han buscado a Kemba en defensa y lo han puesto en problemas ofensivos. No ha sido la mejor serie del base.

Ante Toronto tampoco dejó su mejor baloncesto. Tuvo apariciones de estrella, como el espectacular pase a Daniel Theis antes del triple de OG Anunoby en el Game 3, ese partido en general, pero sus Playoffs han sido malos. Contra Raptors y Heat ha promediado 18,2 puntos, 5,5 asistencias, 31% en triples con 7,6 intentos y 42% en tiros de campo. Poco fino y debilidad atrás.

¿Encaja Kemba en Boston? Por supuesto. ¿Les viene mejor que Kyrie? También, pero no es mejor jugador que el base de Brooklyn. Irving puede ofrecer mucho más atrás, como ha demostrado en Cleveland en postemporada, y su uno contra uno es de los más diferenciales de la liga. Kemba es el mismo perfil, el de crack, pero en una versión inferior. Es solo el primer año de Walker en Boston y en los seeding games sufrió una importante lesión.

Más que motivos para la desconfianza hay que mirar al medio plazo del dúo Tatum-Brown. Ainge es un genio de los despachos y es de sangre fría, por lo que no dudará en mover piezas por el bien del equipo. Seguro que también ha aprendido de la experiencia del curso pasado a buscar personalidades que encajen con la cultura de Boston. Kemba seguirá, pero es fundamental que los Celtics encuentren maneras de cubrirle las espaldas y que este pueda aportar puntos en Playoffs como alternativa a los Jays.

Los agentes libres y los puntos a reforzar

Los Celtics tienen todo atado y bien atado. Brown hasta 2024, Kemba hasta 2023 (opción de jugador), Smart termina en 2022 y Tatum entrará en la próxima temporada en su año de negociar renovación. El único jugador de alto salario que puede salir antes es Hayward, con opción sobre su futuro por más de 34 millones que, según informes de las últimas horas, aceptará.

Boston necesita un pivote y mejorar el banco, además de trabajar renovaciones secundarias como la de Wanamaker, que se ha ganado un puesto en la plantilla. Sin embargo, Ainge tendrá que gastar fichas y arriesgar si realmente quiere mejorar ahora. Tienen tres primeras rondas en el próximo Draft y contratos como el de Hayward que podrían mover.

  • Gordon Hayward: opción de jugador por $34,187,085
  • Daniel Theis: parcialmente garantizado por $5,000,000
  • Enes Kanter: opción de jugador por $5,005,350
  • Brad Wanamaker: agente libre restringido, qualifying offer por $1,820,564
  • Semi Ojeleye: opción de equipo por $1,752,950
  • Javonte Green: parcialmente garantizado por $1,517,981
  • Tacko Fall: agente libre sin restricciones

Theis seguirá en el equipo y será una de las gangas más admiradas de la NBA. Tome la decisión que tome Kanter y se decida que continúe o no Ojeleye la franquicia no tendrá espacio salarial para fichajes significativos si Hayward acepta su opción, algo que hará. Es decir, más allá de veteranos aceptando fichas bajas la única opción de conseguir mejoras reales será vía traspaso.

La manera más lógica es mover a Hayward por mucho que cuando esté sano aporte. Su salario es alto y podrían conseguir un pivote destacado con las rondas adecuadas, incluso sacar algún interior cuyo equipo quiera traspasar. Más allá de mover al alero y usar assets (activos de traspaso) hay pocas opciones de cambiar. La plantilla seguirá siendo la misma.

¿Qué pueden mirar para el Draft?

Debería ser la noche más activa de Danny Ainge. Tendrá tres primeras rondas (14 vía Grizzlies, 26 propio y 30 vía Bucks) y a estos Celtics meter tres rookies no les interesa en absoluto. Si algo ha quedado demostrado en Finales de Conferencia, aparte de que las dos mejores organizaciones del Este las protagonizaron, es que faltan veteranos. La experiencia que irán ganando Tatum y Brown, y que Walker no tiene en Playoffs, tiene que llegar por otros jugadores.

Pueden mirar a Aaron Nesmith o Vernon Carey, dos posiciones distintas, pero lo más útil sería el traspaso. Ainge estará de nuevo ante la oportunidad de mejorar la plantilla incluso si quiere no mover a Hayward. Un veterano del estilo Aron Baynes, muy querido por la afición, vendría de maravillas a este equipo. Boston tiene que construir sobre su gran temporada y aprovechar los aprendizajes de la eliminatoria ante Miami.



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