Ya en Los Angeles y sin celebración, por la pandemia del coronavirus, los Lakers se pusieron a trabajar en la próxima temporada. Lo más importante es atar a Anthony Davis, capital en el anillo, para las próximas temporadas. El jugador renegociará un nuevo contrato para seguir jugando con LeBron James en el Staples Center.
Ambos se reunieron con la propietaria de los Lakers, Jeannie Buss, para hablar sobre el futuro de la franquicia y los planes para la próxima temporada. Todos llegaron a la conclusión de que para empezar otra dinastía en color amarillo es necesario fichar a otra estrella de la NBA. El casting está abierto. Suenan los nombres de Chris Paul (Thunder), Bradley Beal (Wizards) y Malcolm Brogdon (Pacers).
Chris Paul, íntimo amigo de LeBron, es el mejor colocado. El base quiere regresar a Los Angeles para vivir (ya jugó varias temporadas en los Clippers) y no quiere dejar la oportunidad de conquistar el anillo (no tiene ninguno) junto a James y Anthony Davis. La amistad con LeBron se remonta a muchos años atrás. Ambos comparten representante y puede ser una buena adición para la plantilla de Frank Vogel. Su última temporada con el Thunder fue espectacular: 17 puntos, 6,7 asistencias y 5 rebotes por partido, y mostró un liderazgo indiscutible en una franquicia en reconstrucción que hizo una fantástica temporada.
Bradley Beal también es una opción. El escolta de los Wizards se quedó, sin que nadie sepa el porqué, fuera de los tres quintetos ideales de la NBA. Esto no ocurría con un jugador que ha promediado 30 puntos por partido desde que se crearon estos galardones, en 1988. Beal, que no pudo jugar en Orlando por lesión, terminó la temporada con 30,5 puntos, 6,1 asistencias y 4,2 rebotes en 36 minutos.
Los Lakers añadirían puntos y consistencia en la anotación. Beal los ayudaría a no depender tanto de un buen día de LeBron y Davis. El caudal de puntos de Beal, como ha demostrado en Washington jugando con otra súper estrella como John Wall, y la suma junto al aparato ofensivo de los Lakers, podría mejorar al campeón NBA.
Malcolm Brogdon, talento y oficio en los Pacers. La pasada temporada abandonó los Bucks. No había dinero para pagarle en Milwaukee y se fue a Indiana. Siempre fue un jugador infravalorado. Fue elegido en segunda ronda y llegó a ser novato del año. En Indiana se ha reivindicado como un estupendo jugador. Buen generador de juego, fiable en el tiro, con capacidad resolutiva. Sería una gran adquisición. Ha promediado 16,5 puntos, 7,1 asistencias y 5 rebotes.
