Tuvieron que pasar seis años, pero Dustin Poirier finalmente pudo disfrutar su revancha frente a Conor McGregor.
Este sábado por la noche en la Etihad Arena en la Isla de Yas, Abu Dabi, ‘Diamond’ dio una de las mayores sorpresas en la historia de las artes marciales mixtas acabando en dos rounds a la estrella irlandesa.
McGregor llegó como amplio favorito a pesar de su ausencia de poco más de un año del octágono, pero eso no importó dentro de la jaula, donde Poirier hizo valer su mejor boxeo para noquear a ‘Notorious’ en el segundo asalto.
Desde el inicio del combate, Poirier fue el que tomó la iniciativa y llevó a McGregor a la lona y aunque no estuvo cerca de la sumisión, lo dominó durante varios minutos hasta que el irlandés logró levantarse para obligar la pelea de pie, donde está su mayor fortaleza.
Sin embargo, Poirier estuvo listo para los golpes e hizo fallar a McGregor, quien a medida que avanzaba el combate iba perdiendo movilidad por las patadas de ‘Diamond’ a sus piernas.
A pesar de la superioridad en golpes lanzados y conectados, McGregor no pudo finalizar a Poirier, quien eventualmente acorraló a su rival para golpearlo, a pesar de los movimientos de cintura del irlandés.
Finalmente, a los 2:32 del segundo asalto llegó el final, cuando Poirier conectó el rostro de McGregor, quien se fue a la lona en malas condiciones y no se pudo defender del castigo para obligar al réferi Herb Dean a intervenir para detener la pelea.
Esta fue la primera derrota por nocaut que sufre McGregor dentro del octágono y quinta en total, las cuatro anteriores fueron todas por sumisión.
Al final, las estadísticas favorecieron por completo a Poirier, quien conectó 53 de 98 golpes totales (54 por ciento) por 52 de McGregor, en golpes de poder la diferencia fue todavía más abrumadora con 48 a 29 y el único derribo del combate fue para ‘Diamond’.