La selección mexicana de Gerardo Martino quedó en evidencia en su debut en Copa Oro 2021 luego de no pasar del empate a cero ante una Trinidad y Tobago que se encerró durante todo el encuentro. Más allá del resultado, el cuadro nacional se lleva un aún más duro golpe al perder al delantero Hirving ‘Chucky’ Lozano por una terrible lesión.
Lo que en un principio se dibujaba como un escenario idóneo para arrancar un torneo que se erige prácticamente como una obligación para México pronto se convirtió en un calvario, ya que, desde muy temprano, el equipo sufrió un duro revés anímico al perder al delantero Lozano por lesión al minuto 10.
En un jugada polémica, el atacante del Napoli fue empujado dentro del área -en lo que se percibía como un claro penalti-, pero más allá de la consecuencia deportiva, esta acción derivó en un gran peligro para el jugador ya que impactó su cabeza con la rodilla del arquero Marvin Phillip, quien, sin ánimos de lastimar, ya había salido a achicar y no pudo evitar la colisión. El ‘Chucky’ quedó semi noqueado en el área, forzando la pronta intervención de los médicos, quienes procedieron a trasladarlo a un hospital donde pasará esta noche en observación.
El juvenil Efraín Álvarez tomó el lugar de Lozano para completar una delantera que desde ese momento comenzó a padecer el férreo esquema de Trinidad y Tobago, que tuvo hasta 10 hombres defendiendo en su propia área durante varios lapsos.
Por derecha, por izquierda, a ras de suelo y por aire… México dominó el traslado del balón de principio a fin, pero en el último tramo siempre se topó con pared y nunca pudo materializar su superioridad futbolística, ante una gran entrega del rival y inspirado arquero Phillip.
El último tramo del partido llevó las emociones al límite, ya que, ante la incapacidad del equipo de vulnerar las redes rivales, la afición dirigió su frustración a entonar el grito discriminatorio, provocando que el central detuviera las acciones en un par de ocasiones. Y aunque la alegría los invadió unos segundos, cuando Funes Mori envió el esférico al fondo del arco en los últimos suspiros, todo volvió a saber amargo cuando el abanderado sofocó los gritos alzando su bandera, por un fuera de lugar previo.