MLB
Big Papi encabeza próxima ola latina rumbo al Salón de la Fama
Cuando Edgar Martínez fue elegido al Salón de la Fama en el período 2018-19, se convirtió en el inmortal de Cooperstown con más partidos jugados como bateador designado con una placa dorada en el pequeño pueblo del estado de Nueva York.
La leyenda boricua de los Marineros jugó 1,403 de sus 2,055 encuentros de Grandes Ligas como designado, para un 68.27%. Los inmortales que siguen a Martínez en ese sentido son Harold Baines (58.06%), Frank Thomas (56.42%) y Paul Molitor (43.76%).
En el 2021-22, David Ortiz aparecerá por primera vez en la boleta de la Asociación de Escritores de Béisbol de Norteamérica (BBWAA), tras su retiro en el 2016. El dominicano es el líder de todos los tiempos en la historia de Grandes Ligas desde el puesto de designado en hits (2,191), jonrones (485) y empujadas (1,569), jugando 2,027 de su total de 2,408 encuentros en las Mayores en dicho papel, para un 88.17%–por mucho el mayor porcentaje en los anales de MLB.
Entonces, es de esperarse que Ortiz sea elegido, tarde o temprano, al Salón de la Fama, ¿verdad?
Todo luce indicar que sí. El precedente fue Martínez, quien fue elegido en su décima y última oportunidad en la boleta de la BBWAA en enero del 2019. Si Martínez, con más de dos tercios de sus juegos en Grandes Ligas como designado, fue elegido al Salón, Ortiz parecería ser una elección bastante segura.
En total, Ortiz conectó 541 cuadrangulares en las Mayores, con 632 dobles, 1,768 impulsadas, línea general de .286/.380/.552 (OPS de .931) y OPS+ de 141 en una carrera de 20 años. Es sólo cuestión de tiempo para que tenga su placa en Cooperstown.
¿OTROS LATINOS CON DESTINO A COOPERSTOWN?
Existe un grupo de latinoamericanos cuyos casos se han complicado en los últimos años.
El dominicano Sammy Sosa estará en su último año en la boleta en diciembre de este 2021, habiendo recibido un máximo de apenas el 17% del 75% de los votos necesarios en sus primeras nueve oportunidades, debido a sospechas de uso de sustancias para aumentar el rendimiento y un bate encorchado que se le encontró en el 2003. Su compatriota Manny Ramírez enfrenta una situación similar, con un máximo de 28.2% en sus primeras cinco oportunidades en la boleta a raíz de dos pruebas positivas por sustancias prohibidas.
De su parte, el extorpedero Omar Vizquel llegó al 52.6% en el 2020, pero bajó al 49.1% este año. Las complicaciones fuera del terreno que han salido a la luz pública en los últimos tiempos podrían ser un gran obstáculo en las seis oportunidades que le restan al venezolano.
Para el período del 2021-22, debutará en la boleta junto a Ortiz Alex Rodríguez, cuyos números son abrumadores: Un total de 696 jonrones, 3,115 hits y OPS de .930 en 22 temporadas en las Mayores. Pero debido a su confeso uso de sustancias para aumentar el rendimiento, más el escándalo del laboratorio Biogénesis, no se sabe cuánto apoyo recibirá.
Después de Big Papi y A-Rod, Carlos Beltrán debutará en la boleta en el período 2022-23. Los números del puertorriqueño le ameritarían una elección en su primera oportunidad: 435 vuelacercas, 1,587 empujadas, OPS de .837 y una brillante defensa en el jardín central, para un WAR cumulativo de 70.1 (versión Baseball-Reference). Sin embargo, habrá que ver cómo responden los votantes tras la revelación del rol de Beltrán en el escándalo del robo de señas en los Astros del 2017, su última campaña en Grandes Ligas.
Otro caso llamativo para el 2022-23 será el del relevista Francisco Rodríguez. El derecho venezolano es cuarto en la historia de Grandes Ligas con un total de 437, además de ser dueño de la mayor cantidad para una temporada, 62 en el 2008. Si el panameño Mariano Rivera, Trevor Hoffman, Lee Smith y Bruce Sutter son dignos del Salón—y efectivamente, tienen sus placas en Cooperstown—habrá que ponderar seriamente los argumentos del “Kid”.
Finalmente, para el 2023-24 se verán en la boleta los dominicanos Adrián Beltré (argumentos contundentes), José Bautista, José Reyes y Bartolo Colón, además del mexicano Adrián González y el venezolano Víctor Martínez.