Los Philadelphia 76ers han disputado ya 10 partidos (lucen un balance de 8-2) y de esos encuentros, Ben Simmons ha disfrutado exactamente de 0 minutos. Aún no se ha estrenado en la temporada y todo indica que no lo hará… con la camiseta del equipo de Philly.
La situación del base en la franquicia se ha enquistado por completo y la solución está muy lejos salvo que una operación de traspaso la desbloquee. Y ahí es donde entran los Boston Celtics.
Aunque varios equipos han mostrado su interés por el australiano, y así se lo han hecho saber a los Sixers, el último en entrar en la ecuación y hacerlo con mayor fuerza son los ‘orgullosos verdes’. Según informa Shams Charania los Celtics ya estarían hablando con Philadelphia sobre posibles operaciones de traspaso. Queda claro que aún no hay negociaciones, pero se está preparando el terreno.
El problema para los Celtics es que la condición que ponen los Sixers es que en cualquier escenario de traspaso se incluya a Jaylen Brown. Como ya hiciera el pasado año, Brown ha ido aumentando su valor casi con cada actuación. Este año está promediando 25,6 puntos, 6,1 rebotes y 2,5 asistencias, siendo uno de los mejores de los irregulares Celtics. Todo lo contrario que un Simmons que pierde valor cada día que pasa.
Con un 4-6 de inicio, los nervios se han instalado en Boston que ven como se aleja la posibilidad de llegar a las Finales un año más cuando apenas se ha comenzado el mes de noviembre. El presidente de operaciones Brad Stevens admitió recientemente que tenía dudas acerca de que la actual plantilla fuera de garantías para afrontar el futuro a corto plazo. Así que no sería de extrañar que los Celtics asumieran el riesgo de un traspaso por Simmons buscando una cambio en el equipo. El problema es que, dada la fiabilidad del base, igual el precio que pagan es muy alto.
