“Está feo el estadio”.
Fue el comentario de una figura allegada a los Cangrejeros de Santurce en el béisbol invernal al hablar sobre la condición del terreno de juego en el Estadio Hiram Bithorn tras los dos conciertos de Bad Bunny el pasado fin de semana.
La persona, que prefirió hablar en anonimato, no cree que los Cangrejeros regresen al Bithorn en los próximos días.
“Pienso que no se va a poder jugar en el Bithorn hasta después del 19 (diciembre)”, dijo el entrevistado.
Los Cangrejeros tenían en agenda jugar el jueves en el Bithorn ante los Criollos de Caguas, pero el partido fue pospuesto por la Liga de Béisbol Profesional Roberto Clemente al registrarse 39 casos positivos a COVID-19 entre administrativos, cuerpo técnico y jugadores de las cinco franquicias del organismo. La Liga informó que el torneo recesará hasta el viernes.
El próximo juego local de los Cangrejeros será el domingo, 19 de este mes.
El estadio debe ser entregado hoy, miércoles, al municipio y a la liga por los promotores del evento, que atrajo en cada una de las funciones una asistencia estimada de 35,000 personas, de las cuales alrededor de 25,000 se situaron en el terreno de juego.
“Esa gente que está trabajando en el estadio removiendo todo, están haciendo todo lo posible. Están trabajando de día y noche… ¿En qué cabeza cabe hacer un concierto en medio de la temporada?”, cuestionó el entrevistado.
Ambos conciertos fueron producidos por Noah Assad, manejador de Bad Bunny, en sociedad con Alejandro Pabón de Move Concerts. Previo a la primera función del viernes, ambos realizaron una conferencia de prensa en la que estimaron en $10 millones la inversión para ambos espectáculos.
El inspector de MLB, Charles Olsen -asistente del director de terrenos Murray Cook- está de visita en la isla y está a la espera de que el estadio sea entregado a la liga para hacer una inspección completa del estadio.
También tiene en agenda inspeccionar el Estadio Yldefonso Solá Morales de Caguas, que reabrirá sus puertas el sábado, tras los daños sufridos en 2017 por el huracán María.