NBA
Estos Celtics son un desastre
Los Celtics están metidos en, seguramente, el peor momento de una temporada que tuvo muchos malos momentos en sus primeras semanas. Apilan tres derrotas, y si es casi lógico perder contra los Bucks en Milwaukee (aunque tenían el partido en su mano en el último cuarto, en Navidad), no lo es tanto no haber sido capaces de arañar algo después, contra unos Wolves sin ningún titular y contra unos Clippers también en cuadro. A los verdes les falta Jayson Tatum. Y, de los principales, también Marcus Smart y Dennis Schröder. Pero jugaban en casa contra un rival que llevaba cinco derrotas en seis partidos y que no tiene a Kawhi Leonard, Paul George, Reggie Jackson, Nicolas Batum…
Así que los Celtics tendrían que haber intentado aprovechar su oportunidad, porque además el siguiente rival que visita Boston es Phoenix Suns. Están ahora 16-19, décimos del Este y con la constante sensación de que falta costura, cuerpo. Los Clippers (porque eso, todo hay que decirlo, nunca les falta con Tyronn Lue) pusieron más energía en defensa y encontraron soluciones, como pudieron, en un partido muy feo y en le que les bastó con meter 91 puntos porque los Celtics se quedaron en 82. Con un 37% en tiros y un horrendo 4/42 en triples (1/28 los titulares). Incapaces de anotar, los Celtics además coincidieron demasiados tiros cómodos en la primera parte (40-47 al descanso). Cuando intentaron apretar después, fueron incapaces de encontrar un mínimo de puntería y se llevaron 10 puntos en el último cuarto (17 en total) de Eric Bledsoe. Kennard (tiros liberados en el primer tiempo) sumó otros 17, Mann también 17 y Marcus Morris, ex celtic, acabó con 23 y 10 rebotes. En la situación en la que se encuentran, cualquier triunfo vale oro porque vienen semanas sin Paul George (y sin Kawhi, claro). Ahora es un 18-17 para un equipo cuyo objetivo es aferrarse a la zona playoffs del Oeste.
Jaylen Brown, el líder indiscutible sin Tatum, volvió a fallar, como en Minnesota. Al menos para lo que se espera de él en un equipo bajo mínimos pero contra rivales diezmados. Anotó 30 puntos pero necesitó 36 tiros (13/36). Se quedó en un 1/13 en triples y no repartió ninguna asistencia. Desde 1998 (Antoine Waker, también de verde) la NBA no veía a un jugador tirar 36 veces sin dar pases de canasta. En su descargo, hubo hasta ocho potenciales asistencias, pero sus compañeros eran incapaces de anotar (4/39 en triples en catch and shoot, nada más recibir). Al Horford acabó con 9 puntos, 10 rebotes y 8 asistencias y Robert Williams, que dio el susto tras darse un golpe tremendo en el último cuarto, con 16 puntos y 14 rebotes. Las cosas van mal, muy mal en Boston.