Klay Thompson ya divisa su regreso a la NBA después de una larga travesía por el desierto de las lesiones. Los Warriors son optimistas sobre la vuelta del escolta, que podría disputar un partido el próximo domingo ante los Cavaliers. Si lo hace en esa fecha habrían pasado 941 días desde el último.
La última vez que se vio a Thompson en un encuentro fue el 13 de junio de 2019, durante la final de la NBA que perdieron los Warriors frente a los Raptors. Parece que han pasado siglos desde entonces. En el sexto y último partido de aquella serie, el escolta sufrió la rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda. Se perdería toda la temporada 19-20, pero aún le esperaban noticias peores.
Cuando ya apurada la recuperación de esa lesión, se rompió el tendón de Aquiles de la pierna derecha. Otra lesión devastadora que le ha mantenido de baja hasta ahora. Thompson, de 31 años, parece totalmente recuperado. Se ha estado ejercitando con el equipo de vinculado de los Warriors en la G League y se le ha visto anotar recientemente largas series de triples sin fallo. No ha perdido su buena mano.
Más madera para los líderes Warriors
Para los Warriors será una incorporación extraordinaria. Lideran la NBA con un balance de 28-7 y también estadísticas tanto ofensivas como defensivas. Si tras el necesario periodo de adaptación consiguen acoplar a Thompson y este recupera el nivel de antaño, dispondrán de un enorme potencial como para aspirar de nuevo al anillo.
Ya fue decisivo en los tres ganados por Golden State en la era Steve Kerr en 2015, 2017 y 2018. Se trata de uno de los mejores tiradores de todos los tiempos. De hecho posee el récord de triples en un partido de la NBA, uno de los pocos que no ostenta su compañero Stephen Curry. Anotó 14 a los Bulls el 29 de octubre de 2018. En su carrera nunca ha bajado del 40% de acierto y promedia 19,5 puntos. Datos así y su gran defensa le han hecho jugar cinco veces el All Star, todos los anteriores a sus lesiones. Es un ‘fichaje’ bestial.
