Los Celtics se impusieron ante los Pistons por 113-104 en el Little Caesars Arena. El pasado 17 de febrero Detroit había cortado la racha de nueve triunfos consecutivos de Boston con un ajustado triunfo por 112-111 en el TD Garden.
En esta ocasión, más allá de las distintas realidades de cada equipo, el partido volvió a ser parejo y peleado hasta que los dirigidos por Ime Udoka cerraron el encuentro con un parcial favorable de 28-16 en los últimos ocho minutos de acción.
El elenco de Massachusetts movió criteriosamente la pelota en ataque; totalizó 31 asistencias (13 más que el rival) y solo 10 pérdidas. Este movimiento de balón, el cual se empezó a aceitar en las últimas semanas, permitió encontrar buenos tiros detrás de la medialuna (38,5% de efectividad en triples).
Luego de un flojo comienzo, en el que Jayson Tatum y Jaylen Brown fueron duramente criticados por su juego individualista, los Celtics empiezan a mostrar otra imagen en ataque, aunque sin descuidar la defensa, que estadísticamente es la mejor de la liga desde Navidad.
Brown (27) y Tatum (26) se combinaron para 53 puntos. Además, Payton Pritchard aportó 19 saliendo de la banca, mientras que Robert Williams registró 10 unidades y 7 rebotes.
Por el lado de los dirigidos por Dwane Casey, el rookie Cade Cunningham fue el más destacado con 25 puntos y 7 recobres, pero no encontró suficiente compañía. Jerami Grant tuvo una tarde para el olvido: erró 12 de sus 15 lanzamientos de campo.
Con este resultado, Boston (36-26) ganó 11 de sus últimos 12 cotejos y se consolida en el sexto puesto de la Conferencia Este. Detroit (14-46), por su parte, está anteúltimo, apenas medio juego por delante de Orlando, dueño del peor récord de la NBA.
