El tour del hermoso misterio continuará. Aaron Rodgers no ha terminado con los Green Bay Packers todavía, y ahora existe una posibilidad real de que el cuatro veces Jugador Más Valioso de la NFL finalice su carrera en el mismo lugar en que inició.
Rodgers anunció vía Twitter este martes que regresará a los Packers para la campaña del 2022.
Las partes trabajan en un nuevo contrato que disminuya su impacto contra el tope salarial para el 2022, al tiempo que brinde a Rodgers, de 38 años de edad, claridad contractual bien entrados sus 40s.
Rodgers, no obstante, dijo que un acuerdo no ha sido firmado ni acordado.
“Ey todos, solo deseaba aclarar algunas cosas; SÍ, estaré jugando para los @packers el año que viene, no obstante, reportes de que he firmado un contrato son imprecisos, así como los términos del supuesto contrato que ‘firmé’. Estoy muy emocionado por regresar #año18”, publicó.
Las probabilidades de los Packers para alcanzar el Super Bowl mejoraron de 15-1 a 12-1 este martes en Caesars Sportsbook, que tiene colocado a Green Bay como favorito en la NFC.
Rodgers prometió evitar un largo proceso en la toma de decisiones, y ahora el gerente general Brian Gutekunst –alguna vez, parte de la insatisfacción de Rodgers co la organización– puede armar su plan para construir otro contendiente de Super Bowl.
Significa que Jordan Love, quien entra a su tercera temporada de NFL, deberá esperar al menos otro año para recibir una oportunidad a la titularidad. Rodgers se sentó por tres años detrás de Brett Favre antes de asumir las riendas ofensivas.
Fue la decisión de Gutekunst de reclutar a Love en el 2020 que puso el futuro de Rodgers con el equipo en duda. Poco tiempo después de la selección de Love pick, Rodgers reiteró su deseo de no solamente jugar durante sus 40s, sino de hacerlo para los Packers. No obstante, dijo que se percataba de que “podría no ser una realidad en este punto”, y añadió, “Simplemente no estoy seguro de cómo funciona todo en este punto”.
Más tarde, durante la campaña del 2020, Rodgers describió su futuro como un “hermoso misterio”, y al poco tiempo de la derrota del Juego de Campeonato de la NFC ante los eventuales campeones, Tampa Bay Buccaneers, se incluyó a sí mismo entre jugadores con futuros inciertos.
Lo que siguió fue un boicot que duró el receso de temporada –se perdió entrenamientos, actividades organizadas del equipo y un minicampamento–, tiempo durante el cual ESPN reportó que Rodgers estaba tan molesto con los Packers que dijo a algunos dentro de la organización que nunca volvería a jugar para la franquicia.
A su regreso en la víspera del campamento de entrenamiento, Rodgers firmó un contrato reestructurado que eliminó el año final del convenio, para la temporada del 2023, facilitando un potencial divorcio al término de la campaña del 2021.
A lo largo del verano, Rodgers detalló su lista de quejas, que esencialmente se redujeron a esto: “Quiero ser parte de las conversaciones que afectan mi habilidad para cumplir con mi trabajo”. Gutekunst trajo al receptor abierto Randall Cobb de vuelta a Green Bay, a solicitud de Rodgers, y fue el inicio de una mejoría en las relaciones entre el quarterback y la directiva. De hecho, a lo largo de la temporada, Rodgers ofreció elogios no pedidos a las movidas realizadas por Gutekunst, incluyendo una serie de fichajes a veteranos como el esquinero Rasul Douglas y el linebacker Whitney Mercilus.
Luego de la derrota ante los San Francisco 49ers que puso fin a su campaña en la Ronda Divisional de la NFC, los Packers mantuvieron su deseo de retener a Rodgers con el equipo hasta su retiro. El head coach Matt LaFleur dijo que el equipo “estaría loco si no lo quisiéramos de regreso aquí”.
Un día más tarde, LaFleur dijo que ese sentimiento se extendía a Gutekunst, al presidente del equipo, Mark Murphy, y al dorector de operaciones Russ Ball.
“Estamos en la misma página, aquí”, ofreció LaFleur. “No hay debate”.
Cuando el coordinador ofensivo Nathaniel Hackett fue contratado como head coach de los Denver Broncos en enero, generó especulación de que Rodgers podría emigrar allí. Los Broncos fueron uno de los clubes que expresaron interés en adquirir a Rodgers en canje durante el pasado receso de campaña.
Rodgers dijo que no deseaba ser parte de un proceso de reconstrucción. Dados los problemas de los Packers contra el tope salarial –entrando al receso de temporada casi 45 millones de dólares por encima del tope y sin el receptor abierto Davante Adams bajo contrato– ese podría ser el caso. Así que Rodgers debió haber recibido garantías de Gutekunst, de que estaría al frente de otro contendiente.
Los Packers han ganado 13 partidos en cada una de las tres temporadas pasadas, pero con sus 39 triunfos combinados, impusieron una marca de la NFL por mayor cantidad de triunfos en un lapso de tres campañas sin alcanzar un Super Bowl.
La temporada pasada, Rodgers quebró la marca de la franquicia de Favre de 442 pases de touchdown de carrera, finalizando la campaña con 449. Dependiendo de cuánto tiempo más juega, Rodgers tendrá la posibilidad de quebrar varias otras de las marcas de Favre, incluyendo yardas por pase.
La campaña de JMV de Rodgers en el 2021 también quedó marcada por la controversia en torno al COVID-19, cuando fue acusado de engañar al público respecto a su status de vacunación al decir en agosto que estaba “inmunizado”. Rodgers arrojó positivo por COVID-19 el 3 de noviembre, momento en el cual se supo que no había sido vacunado con una de las tres dosis aprobadas por la liga, sino que había apelado –y perdido– en un esfuerzo por ser considerado vacunado contra el coronavirus por un tratamiento alternativo al que se sometió.
Aun así, Rodgers disfrutó una de sus temporadas más eficientes, con 37 touchdowns contra apenas cuatro intercepciones. Se perdió un juego, una derrota ante los Kansas City Chiefs, por la cuarentena obligatoria como jugador no vacunado, pero eso no impidió a los Packers quedarse con el primer lugar en la siembra para los playoffs de la NFC.
Cuando Rodgers firmó una extensión de contrato entonces récord de 134 millones de dólares en agosto del 2018, dijo: “No creo que esto garantice algo más que, quizás, los primeros tres años del acuerdo”.
Cuatro años más tarde, regresa por más.
