No más contrapropuestas económicas. Adiós a las disputas sobre el “impuesto al equilibrio competitivo”.
Desde Clearwater, Florida, hasta Goodyear, Arizona, ha llegado el momento de las curvas, el Cracker Jack y la inspiradora imagen de las tablas de posiciones en cero, como ocurre antes del comienzo de una campaña.
Es momento de jugar pelota, o al menos practicarla. Después de un invierno más largo y oscuro de lo normal, ése es motivo suficiente para celebrar.
Shohei Ohtani, Aaron Judge y el resto de los grandes astros del béisbol aparecerán el domingo en el primer día oficial de entrenamientos de pretemporada, tras levantarse el paro patronal de 99 días en las Grandes Ligas.
Se suponía que los lanzadores y catchers iban a presentarse hace un mes en los campamentos de las ligas del Cactus y la Toronja. Sin embargo, estos permanecieron cerrados mientras los peloteros y dueños discutían sobre aspectos económicos de este deporte.
El jueves se alcanzó un acuerdo. Ahora, los pitchers y bateadores tendrán que apretar el acelerador durante cuatro semanas de preparativos, antes de una campaña de 162 juegos por equipo, a partir del 7 de abril.
Pronto, la recta de Jacob deGrom pasará zumbando en el bullpen. El dominicano Fernando Tatis Jr. buscará desaparecer la pelota en la práctica de bateo. El catcher puertorriqueño Yadier Molina será mentor de un cuerpo de pitcheo por última vez.
Esas imágenes y sonidos urgían en un deporte que estaba paralizado desde diciembre.
“Los fanáticos han pasado por una situación difícil recientemente”, dijo Jon Daniels, presidente de los Rangers de Texas.