Durante 99 días, el beisbol de Grandes Ligas fue un tema de discusión en los escritorios y no un verbo sobre el campo. El paro patronal provocó que el juego que siguen millones de personas en Estados Unidos y otras latitudes del mundo se mantuviera bajo llave.
Con varias fechas límites que fueron superadas sin llegar a un acuerdo, la semana pasada los directivos de MLB y el Sindicato de Peloteros llegaron a un punto medio para firmar el nuevo contrato laboral y con ello quitar los candados que imposibilitaron que por varias semanas, los peloteros estrella acudieran a los campos de entrenamiento.
La nublosa atmósfera quedó atrás. El sol brilla y los pájaros cantan en Arizona y Florida, los dos estados anfitriones del Spring Training.
Hoy, no es un jueves cualquiera. Hoy por fin se cantó ¡playball!
El crujir de los bats al hacer contacto con la pelota regresó con el inicio de los juegos de entrenamiento.
Muchos fans no estaban seguros de que esta temporada sucedería, pero hoy, el ambiente fue feliz y ligero; un aire de emoción cuando los fanáticos pudieron ver sus peloteros favoritos desenvolverse en el antiguo juego del beisbol.
Los Minnesota Twins visitando a los Boston Red Sox fue el primero de una larga cantidad de juegos de Spring Training.
La gran apertura llegó.
Era sólo cuestión de tiempo antes de que alguien conectara el primer homerun en lo que parece un tiempo terriblemente largo. El primera base Bobby Dalbec mandó la pelota por encima del falso Monstruo verde del JetBlue Park.
Dalbec, de 26 años, ha acumulado 545 apariciones en el plato a nivel de Grandes Ligas en los últimos dos años. Bateó .244/.308/.511 con 33 jonrones y 29 dobles.
La salida de Kyle Schwarber en la agencia libre, despejó el camino para que Dalbec sea el primera base habitual de Boston.
El encuentro fue dominado por los Red Sox 1-14, aunque como sucede en Spring Training, lo que menos importa es el resultado aunque ganar siempre será ganar.
