El zurdo de los Medias Rojas de Boston Chris Sale realizó 32 lanzamientos en un juego simulado en Fenway Park el jueves.
Con sus compañeros de equipo observando desde diferentes áreas del estadio, Sale, de 33 años, enfrentó a los mismos tres bateadores dos veces, en dos entradas separadas, y se sentó en el banquillo después de la primera.
“Bien, 94, 95 (mph). Buen cambio”, dijo el mánager de los Medias Rojas, Alex Cora, después de que Sale terminó su sesión.
Inactivo desde los entrenamientos primaverales tras sufrir una fractura en la caja torácica, Sale podría ser un gran impulso para una rotación de Boston a la que también le falta el derecho Nathan Eovaldi por una lesión en la espalda.
Pero la salud de Sale será motivo de preocupación, una vez más.
Sale, firmado hasta 2024 en un contrato de cinco años y $145 millones, tiene marca de 114-74 con efectividad de 3.03 y 2059 ponches en 321 apariciones en Grandes Ligas. Pero el siete veces Todos Estrellas ha lanzado solo 42 2/3 entradas para los Medias Rojas desde el final de la temporada 2019.
La temporada pasada, tuvo marca de 5-1 con efectividad de 3.16 en nueve aperturas en su regreso de la cirugía Tommy John, confiando principalmente en su recta y su slider.
Ahora, Cora estaba emocionada de ver el cambio de Sale.
“Fue un lanzador de dos pitcheos durante un mes y medio. Tan lejos de la cirugía ahora, esto jugará. Fue bueno”, dijo Cora. “No sé qué sigue, nos sentaremos hoy y lo planearemos”.
La mayoría de los relevistas de Boston vieron la sesión de lanzamiento de Sale, sentados en el césped en el jardín central poco profundo. El campocorto Xander Bogaerts lo tomó desde el banquillo con algunos compañeros, y el tercera base estelar Rafael Devers miraban desde los asientos del palco inferior mientras conversaban con amigos.
Los medios se alinearon detrás del plato y en la primera fila a lo largo de la línea de primera base.
“Tenemos que ser pacientes. Todo el mundo está emocionado”, dijo Cora, antes de bromear: “Nunca había visto una práctica de bateo en vivo con tanta cobertura en los años que llevo aquí”.
Después de caminar hacia el dugout, Sale chocó los nudillos con un puñado de compañeros de equipo antes de dirigirse a la casa club. No habló con los medios.
