La voz de los Dodgers se ha apagado. El locutor y miembro del Salón de la Fama, Vin Scully, murió a los 94 años en su casa de Los Angeles, dejando un gran legado en la locución de la MLB y del mundo del deporte.
“Hemos perdido un ícono. Su voz siempre será escuchada y grabada en todas nuestras mentes para siempre”, dijo el presidente y director ejecutivo de los Dodgers, Stan Kasten, en un comunicado.
Scully fue un verdadero pionero de la locución deportiva, iniciando su trayectoria viendo a Pee Wee Reese y Jackie Robinson, para luego narrar las hazañas de Don Drysdale y Sandy Koufax, hasta los más recientes éxitos con Clayton Kershaw.
“Vin Scully fue una de las mejores voces en todos los deportes. Era un hombre gigante, no solo como locutor, sino también como humanitario. Él amaba a la gente. Amaba la vida. Le encantaba el béisbol y los Dodgers. Y amaba a su familia. Sé que estaba deseando unirse al amor de su vida, Sandi”, dijo Kasten.
El legado de Scully no quedó en la Gran Carpa, pues también tuvo la oportunidad de narrar en la NFL y eventos del PGA Tour. Logró narrar un total 25 Series Mundiales y 12 Juegos de Estrellas. Fue el locutor principal de béisbol de NBC de 1983 a 1989.