La fiesta comenzó con Clayton Kershaw (¿quién más, sino él?) en el centro del salón, con una botella de champán en mano. El zurdo de 34 años ha estado en esta posición en muchas ocasiones, pero tal vez nunca con un equipo de los Dodgers tan talentoso como éste.
“Sólo quiero decirles que los quiero. Gracias por ser tan buenos”, les dijo Kershaw a sus compañeros. “Es bien divertido ser parte de este equipo”.
Pero la celebración en el dugout visitante del Chase Field fue apenas el primer paso. Los Ángeles tiene objetivos mucho más grandes que ganar el Oeste de la Liga Nacional. De cualquier manera, fue un logro importante, especialmente luego de que los Dodgers terminaran en el segundo lugar el año pasado.
Con el triunfo por 4-0 sobre los D-backs, los Dodgers aseguraron su novena corona divisional en las últimas 10 campañas. Los Ángeles (98-43) arrasó este año en el Oeste, conquistando el título en apenas el juego número 141 del año – lo más temprano que lo han hecho desde que la franquicia fue mudada a Los Ángeles en 1958 (con la excepción de la acortada temporada del 2020).
Es la cuarta vez que Kershaw abre el partido con el que los Dodgers aseguran el Oeste, al hacerlo también en el 2009, el 2014 y el 2015. En esas aperturas, el zurdo tiene efectividad de 0.30 (una carrera permitida en 30 entradas) con 39 ponches y cinco bases por bolas.
“Qué apropiado, ¿no? Tenemos la posibilidad de asegurar la división y nuevamente Clayton está en la loma brillando”, expresó Justin Turner. “Estuvo tan espectacular como puedes esperar”.
Luego de quedarse cortos en ese objetivo en el 2021, el presidente de operaciones del club, Andrew Friedman dijo lo siguiente: “Nuestra meta desde el principio del año era ponernos en la mejor posición para ganar la división”.
Claro, la adquisición de Freddie Freeman para mejorar un roster ya repleto de estrellas fue el movimiento principal del receso de temporada, con ese objetivo en mente.
Eso convirtió a Los Ángeles en una maquinaria ofensiva. Los Dodgers tienen un diferencial de carreras de +320, 30 rayitas por encima del récord de la franquicia (impuesto en 1889 por los Bridegrooms de Brooklyn). Podrían ser el primer club de MLB en anotar al menos 300 carreras más de las permitidas en un año, desde los Marineros del 2001 (+300), que ganaron 116 partidos.
Con 98 triunfos y 21 juegos por disputar, Los Ángeles también debe de terminar el año con un gran número de victorias.
“Tenemos un buen equipo, ¿sabes?”, dijo el patrullero derecho Mookie Betts. “No es un solo muchacho que cargue con el club. Son todos. La alineación, de arriba hacia abajo; todos pueden ganarte”.
Sin embargo, aunque ser el primer sembrado de la Liga Nacional es otro de los objetivos, este club tiene una sola meta en mente: Ganar su segunda Serie Mundial en tres años.
