Miguel Cabrera pasó las últimas dos temporadas buscando hitos y alcanzando números que ningún otro jugador venezolano había logrado antes. Ahora está lidiando con un periodo de capítulos finales: Un último programa de entrenamiento invernal, una última temporada para jugar el juego que tanto quiere y en el que ha tenido éxito por tantos años, una última oportunidad de entrar a la caja de bateo y mirar al lanzador y un momento final para conversar entre risas en la primera base.
Si había todavía alguna duda, Cabrera reiteró que esta venidera campaña, su 21era en las Grandes Ligas, será su última.
“Yo pienso que será mi último año. Se siente un poco raro decir eso”, le expresó el cañonero de los Tigres a Christina De Nicola de MLB.com el lunes, antes de su gala benéfica para recaudar dinero para su fundación. “Pensé que nunca iba a decir ‘nunca’, pero pienso que es hora decirle adiós al béisbol”.
Cabrera viene pensando durante al menos un año que la del 2023 será su última campaña, pues también coincide con el último año de la extensión de contrato que firmó con los Tigres durante los entrenamientos del 2014. El ya fallecido propietario de los Tigres, Mike Illitch, quería ese contrato para asegurar que Cabrera se retirara como un Tigre.
Antes del retiro, Cabrera tendrá la oportunidad de añadirle algo a su históricos totales ofensivos. Uno de sólo tres jugadores en la historia de las L.N./L.A. con más de 3,000 hits, 500 jonrones y 600 dobles, podría colocarse también en el listado de los 20 jugadores con más imparables en la historia.
Pero más que cualquier otra cosa para esta próxima campaña, Cabrera quiere estar saludable.
“Una de mis metas es jugar una temporada completa sin lesiones, tratar de ayudar a los Tigres a ganar más juegos”, dijo. “Porque siento que, si puedo mantenerme sano, podemos mejorar en el terreno. Si no estás saludable, no hay posibilidades de que podamos ganar. Tuvimos un montón de lesiones el año pasado y eso nos hizo mucho daño. Vamos a ver si nos podemos mantener en salud todo el año.
En ese sentido, dijo Cabrera, gran parte de su programa de entrenamiento en el invierno ha girado en torno a recuperar y fortalecer las rodillas y la espalda. Ninguna de sus lesiones requirió de una cirugía, y en el caso de sus rodillas, pasar por el quirófano no marcaría ninguna diferencia. Pero mientras más flexibilidad recupere Cabrera, más posibilidades habrá de mitigar los dolores y las molestias.
El nuevo presidente del departamento de operaciones de béisbol de los Tigres, Scott Harris, dijo hace pocas semanas que Cabrera probablemente no tenga un rol de jugador de todos los días la próxima temporada. Cabrera afirma que él no sabe si ya hay algo decidido, pero que está abierto a cualquier rol que el club le asigne.
“Va a depender de cómo me sienta”, dijo. “Siempre estamos dispuestos a hablar y ver. Siempre hago lo que ellos quieran, lo que el manager quiera que yo haga. No me preocupo si voy a jugar todos los días o no, así que, si me dan la oportunidad, voy a jugar. Si no, apoyaré al equipo. Hay que ser buen compañero”.
Cabrera también esperar jugar con Venezuela en el venidero Clásico Mundial.
“Me encantaría jugar”, dijo. “Si me dan la oportunidad, voy a jugar”.
Mientras Cabrera se prepara para despedirse del béisbol como jugador, quiere seguir involucrado en el juego una vez se retire. Reiteró que le gustaría seguir trabajando en el juego, preferiblemente con los Tigres, donde ha visto a estrellas como Al Kaline, Willie Horton y Alan Trammell tener importantes roles en la organización.
“He tenido muchas conversaciones con mi familia”, comentó. “No lo sé, veremos si me puedo quedar en la organización de los Tigres, ayudar a los muchachos. Tengo tiempo para decidir, pero mi meta es mantenerme en el béisbol, tratar de ayudar, porque amo al béisbol. ¿Por qué me alejaría?”.
Como jugador, su legado como uno de los bateadores más grandiosos de su generación está asegurado. Eventos como la gala del miércoles son un recordatorio de que las labores para ayudar a los demás también han sido parte importante de su carrera. La Fundación Miguel Cabrera comenzó en el 2007 como un proyecto para ayudar a renovar estadios de béisbol menor en Miami, Detroit y Venezuela y ayudar a jóvenes atletas a través del deporte, la educación y la salud, pero en años recientes se ha enfocado también en becas deportivas, incluyendo para jóvenes en el suroeste de Detroit.
“Yo siempre digo que no sólo se trata de jugar béisbol. También se trata de ayudar a la comunidad”, contó Cabrera. “No quiero escuchar, ‘Oh, él vino a Detroit o a Miami sólo a jugar béisbol’. Quiero que la gente recuerde que vine a jugar pelota y ayudar a la comunidad también”.
La gala benéfica será el miércoles a las 5 p.m. ET en Sebastian’s Venue en Miami, e incluye una cena, una subasta de artículos de colección y varios invitados del mundo de las Grandes Ligas, además de actuaciones especiales de Miguelito Diaz, Oscar Arriaga, Nelson Arrieta, Ronald Borias, Manny Cruz y Charlie Aponte. Las entradas, incluyendo una experiencia VIP, están disponibles en prontoticket.us.