El delantero Cristiano Ronaldo jugará en el Al-Nassr a partir del 1 de enero. El contrato que une el futbolista portugués con el equipo saudí tendrá una duración de dos temporadas y media, tal y como anunció MARCA la pasada semana. El artillero finiquitó su relación con el Manchester United dos días antes de iniciar su participación en la Copa del Mundo de Qatar.
El principal argumento para dejar atrás el fútbol competitivo de Europa y ponerse en manos de una nueva aventura futbolística ha sido, sin duda, el económico. Cristiano Ronaldo pasará a ser la imagen del balompié saudí; y es que Arabia busca cada día tener mayor protagonismo en el mundo del deporte. De hecho, la llegada del que fuera jugador del Real Madrid ha sido considerada un asunto de estado.
El contrato, además de la cuantiosa ficha (casi cien millones de euros), está rodeado de incentivos económicos vía publicidad, que situará al portugués como el deportista mejor pagado del mundo. La cifra total del vínculo de CR7 con Al-Nassr se acercará a los 200 millones de euros por temporada.
Messi y Neymar en el PSG son los cabezas del cartel futbolístico, pero sus 75 y 70 millones que cobran por temporada se quedan muy lejos de lo que percibirá Cristiano Ronaldo en Arabia Saudí. Incluso repasando la lista de los mejores pagados en Estados Unidos, todos ellos se quedan a mucha distancia del dinero prometido al portugués.
Cristiano Ronaldo se va a encontrar a un equipo que busca recuperar el dominio perdido en su competición, muy lejos del primer nivel mundial. El paso atrás que da en lo deportivo es evidente, pero su fútbol poco a poco le está colocando en otro nivel competitivo. Incluso está recibiendo críticas en Portugal por su actuación durante el mundial, algo impensable meses atrás.
En el Al-Nassr se va a encontrar con el francés Rudi García como entrenador y tendrá como compañero al cántabro Álvaro González. El central llegó al fútbol saudí el pasado verano tras terminar su etapa en Francia. También destaca la presencia de Ospina. El portero colombiano terminó contrato con el Napoles y decidió aceptar la propuesta saudí. El Real Madrid le tuvo en la órbita siempre y cuando Lunin hubiera abandonado la disciplina blanca, algo que no ocurrió.