Conexión Deportiva Xtra


NFL

Eagles campeones de la NFC

San Francisco perdió la final de la Conferencia Nacional desde el primer periodo. La lesión de Brock Purdy condicionó el accionar de los pupilos de Kyle Shanahan, y desde entonces Philadelphia tomó el mando. Los locales no sufrieron para imponerse en casa al son de 7-31, y se convierten en el primer invitado al Super Bowl, a celebrarse dentro de 15 días en Arizona.

Los Eagles arrancaron de buena forma el encuentro, con una ofensiva de más de cinco minutos, la misma que les redituó en puntos gracias a la anotación de Miles Sanders.

Vendría el primer turno para la causa visitante, y fue en esa primera posesión en la que verían mermadas casi por completo sus opciones de triunfo. Purdy recibe un contacto de parte del defensivo Haason Reddick lo que provoca un balón suelto. El balón termina en manos de Eagles, pero el QB de San Francisco quedaría lastimado del codo, por lo que no regresaría al terreno de juego.

A pesar de la baja, los ‘Niners’ mantuvieron a raya a la ofensiva local, y de hecho lograron emparejar los cartones ya avanzado el segundo cuarto, con Josh Johnson en lugar de Purdy. En jugada de 23 yardas Christian McCaffrey llegaría a la tierra prometida con 8:37 por jugarse. A partir de entonces, la ofensiva de San Francisco desapareció.

Llegó el ‘quitarisas’ para la visita en la siguiente jugada. Hurts de nueva cuenta hizo gala del manejo del reloj, y en ofensiva de más de seis minutos volvería a poner a su escuadra al frente. De nueva cuenta Sanders, en jugada de 13 yardas llegaría a zona de anotación. Segundos después, un nuevo fumble sería bien aprovechado por Philadelphia, con Boston Scott poniendo el 7-21 antes del medio tiempo.

El golpe fue brutal para San Francisco, quien vio por completo descompuesta su ofensiva. Johnson salió. McCaffrey fue habilitado como QB y Purdy ingresó al campo, aunque se notó sumamente mermado. Un descontrol total que Philadelphia aprovechó, aunque de forma mesurada.

Hurts de nueva cuenta impartió clases a la ofensiva, y con más de siete minutos con el ovoide en mano quiso ser parte de la fiesta. El mismo QB penetró una yarda en tercera oportunidad y llegó a zona de anotación para así poner tres jugadas de diferencia. La cereza en el pastel llegó con un gol de campo de 31 yardas de Jake Elliott antes de la última pausa del juego.

De esta manera, Philadelphia arriba al gran juego, algo que no hacía desde el SB II en el 2018, final en la que enfrentó, y derrotó 41-33 a los New England Patriots.

Compra de Casa

To Top