CDXtra. El exjugador del equipo de los New England Patriots en la National Football League, Aaron Hernández fue encontrado ahorcado en su celda en Massachusetts, donde cumplía una condena de cadena perpetua por el asesinato de un jugador de fútbol semiprofesional que salía con la hermana de su prometida,en el año 2013.
Según el Departamento de Correccionales de Massachusetts el deportista fue hallado ahorcado en la prisión de Souza Baranowski, en Shirley, Massachusetts, poco después de las 3:00 de la madrugada.
Las autoridades intentaron reanimar al deportista que fue trasladado al centro médico UMass Memorial – Health Alliance Hospital de Leominster donde certificaron su muerte a las 4:07 am,
Hernández, que estaba en una celda individual, intentó bloquear la puerta desde dentro atascandola con varios objetos para dificultar la entrada desde el exterior.
La policía de Massachusetts anunció que están investigando su muerte y su familia ya ha sido notificada.
La noticia de su muerte coincide con una visita que estaba prevista para este miércoles a la Casa Blanca de los New England Patriots, ganadores del Super Bowl, y con quienes jugó tres temporadas. De esta manera, se convertirán en elprimer equipo deportivo que es recibido por el nuevo presidente.
Entre los que estarán en Washington, se encuentran el entrenador Bill Belichick y la estrella Tom Brady, así como el dueño del equipo, Robert Kraft. Esta visita también ha estado rodeada de polémica ante la negativa de varios jugadores -al menos seis- que citando razones políticas se niegan a presentarse ante el nuevo inquilino de la Casa Blanca.
Su muerte se produce después de que el pasado viernes un juez le absolviera de otros dos cargos de asesinato, por un caso anterior no relacionado.
El jurado declaró inocente a Harnández del asesinato de Daniel de Abreu y Safiro Furtado en 2012 en un club nocturno, que según la fiscalía cometió tras enojarse porque le derramaron una bebida.
El magistrado le encontró culpable de posesión ilegal de un arma de fuego por lo que le sentenció a otros cuatro a cinco años de prisión, pena diferente a la perpetua que estaba cumpliendo sin derecho a que le fuera concedida la libertad condicional.
