Buena reacción tras ir 0-2, pero posible grave lesión del autor del empate
Era sólo un bolo de verano, pero dio mucho de sí. Apareció un árbitro con exceso de celo, un intento de experimento de Zidane frustrado en un café, una casi remontada del Madrid para mejorar sensaciones y una lesión, la de Asensio, con muy mala pinta. La rodilla de Marco crujió en Washington después de 15 buenos minutos del balear, gol (el del empate) incluido.
De salida, Zidane quiso mover el árbol. Cinco cambios con respecto al partido del Bayern, incluidos Mendy y Jovic, que formó doble 9 con Benzema. La prueba duró exactamente ocho minutos, los que tardó el juez del asunto, un trencilla local apellidado Ford, en expulsar a Nacho por unas manos dentro del área. Cierto es que el Arsenal estaba acogotando al Madrid, incapaz de dar una salida digna de tal nombre a la pelota, pero al gol de Lacazette desde los once metros siguió un desbarajuste (Carvajal de central, Lucas de lateral…) que no se corrigió hasta que ZZ sacó del banquillo a Varane y reconstruyó el 4-4-2 de partida en un 4-4-1. El sacrificado fue Jovic, que apenas tuvo tiempo de romper a sudar.
El Madrid no se había repuesto del golpe cuando un toque de billar de Lacazette habilitó a Aubameyang para el 0-2. El Arsenal había olido el miedo y se tiró a la yugular del Madrid, al que no sostenían sus medios. Hasta que aparecieron. Kroos se activó en la presión, Modric regó el campo de esfuerzo y Hazard se tiró unos metros atrás para dar luz a la jugada. El viento del partido cambió y el Madrid empezó a jugar en campo rival. Apareció entonces de nuevo el tal Ford para, tomándose muy a pecho eso de la Champions del verano, enviar a la caseta a Sokratis para hacer compañía a Nacho. El plan A del Madrid apretó los dientes para, al menos, no dejar un panorama tan crudo a los que habían de llegar tras la pausa. Estuvo cerca Benzema, pero el palo le frenó.
El 0-2 no alteró el guión de Zidane. Seis cambios al descanso, incluido Bale, que se ubicó de ariete. Asensio cogió la bandera que no quisieron entregar sus compañeros antes del descanso y mezcló de maravilla con Marcelo, al que Mendy había apretado en el primer tiempo. El español y el brasileño estuvieron en los dos goles que, en tres minutos, levantaron al Madrid de la lona. El primero fue de Bale, en plan cazagoles, y el segundo de Marco, antes de que, en un esfuerzo defensivo, se despidiera del partido.
Al Madrid le duró el impulso hasta que Kroos y Modric abandonaron la sala de máquinas. El mal aspecto de lo de Asensio también afectó al equipo y permitió al Arsenal salir de su área, aunque Emery retrasó al límite los cambios. Su Arsenal puede ganar la ICC, algo que este año no logrará el Madrid, cuyos resultados no están a la altura del juego en esta gira por Estados Unidos. Al menos ayer los blancos mostraron el orgullo de antaño para evitar una derrota que, en el primer cuarto de partido, parecía segura. El experimento inicial salió rana, pero la vergüenza torera tampoco es un mal comienzo.