Philadelphia no está muerto. Los Eagles fueron a Buffalo y le propinaron la segunda derrota del año a los Bills, 31-13, dominando ampliamente la segunda mitad del partido para poner su marca en .500 esta temporada.
El partido cambió después de la pausa de los dos minutos del primer medio. Buffalo lo ganaba 7-3 y buscaban más puntos antes del descanso, pero Josh Allen perdió el balón al intentar correr para mover las cadenas en tercer down. Fue su segundo fumble, pero contrario al primero, ahora sí recuperaron los Eagles, que cinco jugadas después le dieron la vuelta al partido en pase de Carson Wentz con Dallas Goedert.
Buffalo falló un gol de campo en la última jugada del primer medio y la siguiente vez que tuvieron el balón, lo perdían 17-7, ya que Miles Sanders se escapó 65 yardas.
Respondieron los Bills en recepción de anotación del novato Singletary, pero los Eagles volvieron a llegar a las diagonales para el 24-13.
Los Bills tuvieron una última llamada. Boston Scott, el autor del último touchdown de Philadelphia, soltó el balón al intentar devolver un despeje, pero aunque Buffalo tomó el balón en la yarda 43 del rival, se fueron con las manos vacías al no convertir en cuarta oportunidad.
Ya en el último cuarto, Philadelphia puso el último clavo en el ataud con una larga serie de 83 yardas y más de 8 minutos que puso el 31-13 definitivo, con lo que igualan su marca en 4-4.
