Luka Doncic hizo lo que el nuevo entrenador Jason Kidd recuerda haber visto muchas veces hace una década, como armador de Dallas.
Y los fanáticos de los Mavericks se están habituando a estas actuaciones del joven astro, quien está resolviendo los encuentros al estilo de otro europeo de Dallas, Dirk Nowitzki.
Doncic anotó un triple bombeado cuando sonaba la bocina, en otro momento mágico para el esloveno, y los Mavericks superaron el sábado por 107-104 a los Celtics de Boston.
El jugador de 22 años recibió un saque a 11 segundos del final, gambeteó superando la media cancha por el lado izquierdo y lanzó el balón sobre su excompañero Josh Richardson, quien enfrentó a los Mavs por primera vez desde que lo canjearon en el receso previo a la temporada.
“Jugué antes acá con un basquetbolista así. Todos sabían que la pelota iba al número 41 y que él respondería”, rememoró Kidd. “Pienso que todos saben que el balón irá al 77 y que responderá”.
La cosecha total de Doncic fue de 33 puntos, en contraste con los 32 de Jayson Tatum, quien se recuperó de dos noches complicadas a la ofensiva para ayudar a que Boston se recuperara de un déficit de 17 unidades al medio tiempo.
Los Celtics finalmente tomaron su primera ventaja con un triple de Marcus Smart antes de que Kristaps Porzingis, quien regresó tras perderse cinco duelos con una lesión de espalda, clavara el balón para empatar a 104 con 1:39 segundos restantes después de que Jalen Brunson falló un triple.
Boston tuvo oportunidad de anotar el último tiro del partido con un saque de Dallas a ocho segundos de terminar, pero Smart cometió una falta sobre Doncic, lo que resultó contraproducente y los Mavericks se quedaron con la última posesión.
