El mundo de la NBA y del baloncesto están de luto por la muerte, a los 89 años, de Bill Fitch, todo un mito de los banquillos y de la historia de la NBA que dirigió a los Boston Celtics campeones de 1981.
Fitch ganó dos veces el premio al mejor entrenador del año. Además, en 1997 con motivo del cincuentenario de la NBA, fue elegido entre los 10 mejores entrenadores de todos los tiempos. Se retiró con un total de 944 victorias, actualmente el undécimo mejor registro de la Liga.
Aunque comenzó su carrera en los Cleveland Cavaliers, Fitch trascendió en la historia cuando guió a los Celtics al anillo en 1981. Entonces, con Larry Bird (en su segundo año), Robert Parish y Kevin McHale recién llegados, el entrenador estaba forjando un equipo legendario que asombraría a lo largo de la década de los 80, ya con K.C. Jones a los mandos. Aunque con Red Auerbach manejando los hilos, el papel de Fitch como arquitecto de los Celtics de esa época tiene un gran valor.
Tras su paso por los ‘orgullosos verdes’ donde dejaría huella, Fitch regresó a las finales entonces con los Houston Rockets de Hakeem Olajuwon y Ralph Sampson en 1986. Pero se cruzó con el mismo equipo al que él mismo ayudó a construir. Boston fue el campeón ese año.
Los Nets (entonces en New Jersey), fueron la siguiente para para Fitch, que cerró su carrera en los Clippers. Como muestra de reconocimiento a su labor como entrenador, fue incluido en el Hall of Fame en 2019 y hasta el día de hoy ha sido siempre considerado como uno de los responsables de uno de los mejores equipos de todos los tiempos.
