Fue un sábado 09 de agosto 1975, precisamente el día de mi cumpleaños. Algunos pensaban que no se podía, pero yo si pensaba que podía hacerlo.
La idea fue hacer volantes mariposas y regarlo personalmente en la barriada casa por casa.
La otra fue, visitar la dirección de la Escuela Chile y que me permitieran invitar a niñas en las edades de 8 a 12 años a la práctica del baloncesto en la fecha arriba indicada.
Nunca antes en el barrio, algo semejante se había realizado en el Club San Carlos.
Ese sábado caluroso a las 4:00 pm, llegaron con sus padres o hermanos mayores, casi un centenar de niñas de todo el barrio.
Debo darles las gracias a las jugadoras superiores Rafelina Ramón y Lilly Comme (Los Astros) a quienes invité para que me acompañaran y de esa manera, los tutores de las niñas se sintieran con más confianza al verlas a ellas.
De ahí en adelante, empezamos a escribir una historia.
A finales del ‘70 y a inicio del ‘80, dominamos juntos al club Mauricio Báez todas las categorías de la base formativa (Minibenjamín, Minibasket e Intermedio).
Con esa base, continuamos un avance meteórico participando en las Categorías Infantil, Juvenil, Pre-superior y Superior… en muchas de ellas tuvimos participaciones interesantes.
Hay un punto muy importante a destacar, en varias Selecciones Nacionales de Minibasket, de las 10 jugadoras… 4 ó 5 eran de las nuestras.
También, logramos incluir jugadoras en los equipos distritales y Tricolor (Juvenil y Superior).
De todas estas vivencias en nuestra carrera en el baloncesto femenino, podríamos escribir un libro y seguro estoy que páginas faltarían!.