Que los Celtics ganen hace ya semanas que no es noticia. La noticia es que pierdan. Y entre febrero y marzo, casi mes y medio ya, solo han perdido dos veces: contra los Pacers y contra unos Pistons a los que se enfrentaron por tercera vez en un mes, la última con triunfo verde (114-103) contra un rival que se las apaña para darles más guerra que la que debería, al menos por diferencia teórica. En realidad, pese a su situación (18-49) y su obvia planificación de futuro, los Pistons están siendo un equipo serio, que llega hasta donde puede la mayoría de noche, sin caerse por sí mismo.
Después de una primera parte en la que un tremendo acierto ofensivo sorteó la fortaleza defensiva de los Celtics, elite de la Liga en 2022, los Pistons llegaron vivos al último cuarto: 92-90. Durante más de 11 minutos solo anotaron nueve tiros libres, y solo en los últimos segundos llegaron dos canastas en juego en ese último parcial. Un 7-0 rápido, con Cade Cunningham en el banquillo, abrió la brecha que se extendió hasta un 113-95, 21-5 en 9 minutos. Asunto ventilado para unos Celtics que estaban 23-24 el 22 de enero y marchan ahora 41-27, ya sin pensar en el play in y, de hecho, con el tercer puesto del Este a medio partido y el segundo, a uno y medio. Llevan cinco victorias seguidas y 18 en 21 partidos. Jayson Tatum volvió a ser el mejor (31 puntos, 8 rebotes, 6 asistencias) bien acompañado por Smart (20+5+5), Jaylen Brown (22+8+4), Derrick White… En los Pistons, otro partidazo de Cade Cunningham (27+8+6) y muy buenos minutos, esta vez además como titular, de un Marvin Bagley que sigue con su reinserción (20+11). Buenas sensaciones en Detroit tras su horrible etapa en Sacramento.
